Aumenta cuatro veces el número de ahogamientos en Cataluña

El Sistema de Emergencias Médicas (SEM) ha alertado esta mañana de un incremento en el número de ahogamientos en playas y piscinas, hasta cuatro veces más que el año pasado, que ha habido en Cataluña desde principios de junio, sobre todo en el caso de niños menores de cinco años y mayores de 80 años.

El consejero de Salud, Boi Ruiz, ha expresado esta mañana en rueda de prensa su preocupación ante esta situación, que «ha obligado a extremar las precauciones», y ha pedido a la sociedad que lea y revise las normas de comportamiento y prevención antes de ir a piscinas, playas, embalses y ríos.

El director del SEM, Francesc Bonet, ha añadido que las precauciones se deben tomar sobre todo con niños menores de cinco años en piscinas, que han protagonizado 20 ahogos (16 más que el año pasado), y con gente mayor de 80 años en zonas costeras, ya que la cifra ha subido de 18 a 53 casos respecto el 2014.

«En el caso de las playas, la mayoría de ahogados son adultos que tienen algún tipo de dolencia que se les manifiesta en el agua. Algo como una simple lipotimia en medio acuático puede conllevar un ahogo», ha explicado Bonet.

Por su parte, Boi Ruiz ha explicado que los accidentes en piscinas se deben generalmente a que los padres dejan de prestar atención los menores, sobre todo en piscinas privadas en las que no hay servicio de vigilancia –lugares en los que se ha producido el 70 por ciento de los ahogos–, por lo que insiste en que «no se pierda de vista a los niños en ningún momento y que se les enseñe a nadar».

Aun así, el secretario de Salud Pública, el doctor Antoni Mateu, ha explicado que este incremento en el número incidentes se debe a la ola de calor, ya que ha generado que más personas vayan a playas y piscinas durante periodos más largos de tiempo, lo que «aumenta las posibilidades de despistarse».

Niños y ancianos, los más vulnerables

En referencia a los incidentes relacionados directamente por las altas temperaturas, el consejero ha afirmado que «no ha habido ninguna víctima mortal directa a causa de las olas de calor», aunque sí que ha reconocido que la mortalidad ha aumentado en un 19 % con respecto al mes de julio del año pasado.

Esta cifra no es causa de alarma para el SEM, ya que en verano «siempre hay un incremento en el número de muertes de los más vulnerables (como son los mayores de 80 años, bebés, discapacitados y enfermos)» y contrasta con el aumento del 53 % que hubo en el mismo mes de 2003, unas fechas en las que se registraron unas temperaturas similares.

Asimismo, Ruiz ha expresado su satisfacción por la «precoz» reacción de los servicios de emergencias ante cualquier incidente, de los que ya hay registrados 315 entre las dos olas de calor de este verano, y que han logrado manejar en todos los casos.

Antoni Mateu, ha explicado que la mayoría de emergencias han sido protagonizadas por enfermos que se encontraban en sus domicilios y lugares públicos, a los que les ha recomendado que «se mantengan hidratados en todo momento y que mantengan las condiciones de frescor en sus casas».