Ante una luxación, no intentes colocarte la articulación
Si el hombro o la rodilla se han salido, aprece un bulto sospechoso y la víctima experimenta un dolor intenso
A.M.
¿Alguna vez se te ha salido el hombro? ¿O la rodilla? Ya sea practicando algún deporte o simplemente durmiendo de lado, las luxaciones en las articulaciones son lesiones muy comunes, pues son el punto de unión de los huesos. Así, tenemos articulaciones fijas, como el cráneo; semimóviles, como la columna; y móviles, como los dedos, las rodillas, los codos...
Así lo explica el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo en su Guía de Primeros Auxilios sobre fracturas, luxaciones y esguinces.
Una lesión articular como es la luxación se produce cuando un hueso se sale de su cavidad natural. Inmediatamente, la víctima va a notar dolor y verá cómo no puede mover esa extremidad. Además, se produce una notable deformidad: si el hombro o la rodilla se han salido, veremos un bulto sospechoso.
«El entumecimiento o la parálisis por debajo de la localización de la luxación debe alertarnos sobre la existencia de sufrimiento vascular o nervioso», explica el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene. Urge, por tanto, la inmovilización de la zona afectada y el traslado urgente del paciente a un centro sanitario.
No intentes nunca colocar los huesos en su posición normal.
Para aliviar el dolor, se puede colocar frío en la zona afectada.
Ante una luxación, no intentes colocarte la articulación
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