economía

La odisea de llenar la cesta de la compra

Cada día más familias gaditanas optan por la marcas blancas y envasados de las grandes superficies en detrimento de los productos de los mercados de abastos

La cesta de la compra se ha encarecido en España un 15,2% desde mayo de 2021, lo que supone el mayor incremento de precios desde hace más de 30 años

Las familias cada vez hacen mayores «malabarismos» para poder llenar el carro y los comerciantes afirman que les resulta imposible mantener los precios bajos

Frutería del mercado de abastos de Cádiz FRANCIS JIMÉNEZ

Jesús Mejías

Las cuentas no salen. El español de clase media, cuando se informa en los diferentes medios de comunicación, no para de oír o leer sobre la inflación, el incremento de los precios de la vivienda, las facturas de la luz, del agua o del gas, que cada vez son más altas; por no hablar de la gasolina, que ha alcanzado ya los dos euros por litro… la mochila día a día se hace más pesada, y repercute de manera considerable en la cesta de la compra.

Los expertos señalan que a la hora de ir al supermercado es primordial tener una lista hecha que hemos elaborado en casa, y que hay que ceñirse a ella a rajatabla para ahorrar, pero aún así cada vez es más complicado. Por otro lado, aseguran que es mejor comprar a largo plazo, que ir yendo al supermercado a diario.

Quienes más lo padecen son los vendedores locales, los pequeños comerciantes, que se ven incapaces de competir con las grandes superficies. El poder económico y la capacidad de hacer ofertas y la de rebajar el producto que tiene una gran cadena de supermercados no es la de un humilde vendedor de una carnicería, pescadería o frutería.

En el mercado de abastos de Puerto Real, Manuel lleva más de dos décadas con su pescadería. «Antes la gente compraba más cantidad y productos de mayor calidad, ahora intentan comprar lo justo para poder salir adelante», y señala que «la merluza es lo que más vendo», aunque también «el choco y los chipirones salen muy bien», aunque otros como el salmón «me cuesta sacarlo más porque es más caro». «Yo tengo el kilo de merluza fresca a 8,50 euros», y asegura que «no puedo bajarlo más».

Francis tiene una carnicería en El Puerto de Santa María. «Hace unos años los clientes te preguntaban más por el precio del solomillo, los filetes de ternera, el entrecot», y en relación a los embutidos «el rey era el jamón», pero ahora todo ha cambiado. «Cuando abrí la tienda los clientes venían menos veces al mes pero gastaban más», y «hoy en día te piden los productos más asequibles como el pollo o el pavo» y en vez de comprar jamón, ahora se vende más «la mortadela o el chorizo».

«El kilo de mortadela lo vendo a 3,70 euros y el jamón más baratillo tengo el kilo a 12 euros», por lo que «entiendo que la gente lo que haga sea mirar el bolsillo».

Loli vende aceitunas en Puerto Real. «Cuando yo era pequeña recuerdo que venía con mi padre al mercado y siempre comprábamos la bolsita de altramuces, aceitunas… eso ahora se ha perdido, la gente lo compra en el supermercado». «La diferencia es que nosotros las aliñamos casi a diario, y en un supermercado puede llevarse meses en un bote, el sabor no es el mismo», asegura.

Según varios estudios, se estima que en un mercado de abastos productos como la carne y el pescado pueden tener un precio superior entre un 12% y un 15% con respecto al de un supermercado, aunque de la calidad, nadie duda. Por el contrario, otra serie de artículos que compramos en el supermercado como arroz o pasta, en un mercado local la diferencia apenas es notoria.

Por ejemplo, mientras el medio kilo de costaba en un supermercado 4,25 el medio kilo, con una rebaja del 20%, en el mercado de Cádiz encontramos el kilo de filetes de pollo por 9,50 euros.

Malabares para seguir adelante

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) detalla que la cesta de la compra se ha encarecido en España un 15,2% desde mayo desde el año 2021, lo que se traduce en la mayor subida hasta los 34 años.

Según la OCU, Jerez de la Frontera es la cuarta ciudad más barata de España para hacer la compra, mientras que Cádiz es la décima. Aún así, los vecinos de la provincia cada vez hacen más malabares con la intención de poder llegar a final de mes. «Voy a un sitio y compro dos o tres cosas, después miro las ofertas que hay en otro supermercado, las bebidas las compro debajo de mi casa que es lo más barato», cuenta Isabel, quien señala que «al final me llevo toda la mañana dando vueltas para intentar ahorrarme cinco euros».

Una práctica, comprar en varios establecimientos una serie determinada de productos que es bastante habitual. «En un determinado supermercado solo compro suavizante y detergente porque es donde más barato está», cuenta Lucía.

Esta forma de hacer la compra se extiende a los más jóvenes. Carlos se acaba de independizar junto a su pareja, y relata que «hicimos una primera compra, con lo básico, productos de limpieza, carne, algo de pescado, pan, leche, café… y nos dejamos 280 euros, así no se puede».

«Al final los jóvenes estamos destinados a que nuestras madres nos den algún tupper para la semana e intentar comprar lo más barato posible».

Las expectativas para Navidad

Se ha repetido en infinidad de ocasiones que la única manera de comprar los productos más baratos de cara a las fiestas navideñas es comprarlas con anterioridad y congelarlo durante un tiempo.

Manuel vende en el mercado de Cádiz en estos momentos el kilo de gambas fresca mediana a 14,00 euros el kilo, pero «en dos meses estará en 18 o 19 euros, es lo que pasa todos los años». En el mismo espacio encontramos la pata de cordero con un precio de 43,75 euros el kilo, y al igual con el marisco, «lo normal es que suba como mínimo tres o cuatro euros», señalan desde una carnicería.

Otro de los productos estrellas de las fiestas son las uvas. Actualmente con un precio de 2,79 euros el kilo, «a partir de diciembre puede subir un euro o euro y medio», reconocen a este medio.

¿Qué hacen las familias? Isabel lo tiene claro: «Lo compramos unas semanas antes, pero tampoco puedo tener el congelador llenos de cosas que no me voy a comer en dos meses, por mucho que me ahorre, no tengo espacio».

«Si tuviera una mansión con dos o tres congeladores pues a lo mejor lo compraba ya, pero si tuviera una mansión lo más normal es que lo comprara el día de antes», bromea.

En la misma situación se encuentra Lucía. «Vamos a intentar apurar al máximo para que no nos ocupe mucho espacio». «Nosotros llamamos unas semanas antes a una empresa de mariscos y lo encargamos, y el mismo día 24 por la mañana lo recogemos».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación