Un soldado de EE UU vigila junto a los restos de un coche bomba. / AP
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Tropas iraquíes y de EE UU cercan Ramadi como preámbulo a una gran ofensiva

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Las tropas estadounidenses e iraquíes han reforzados sus posiciones alrededor de la ciudad de Ramadi, capital de la provincia de Al-Anbar, en el oeste de Irak. Según informaron ayer fuentes militares y testigos, las fuerzas conjuntas establecieron puestos de control en las carreteras que conducen a la considerada el corazón de la insurgencia suní en el marco de una operación destinada a restablecer la seguridad en esa ciudad.

Las autoridades iraquíes y de EE UU creen que en Al-Anbar se esconden, además de grupos rebeldes, combatientes extranjeros vinculados con Al-Qaida.

Tras la muerte del líder terrorista Abú Musab al-Zarqawi, numerosas familias han huido de Ramadi por temor a que las tropas estadounidenses lancen una amplia ofensiva. Según fuentes de la Organización de la Media Luna Roja en Faluya, esta localidad ha recibido en los últimos días más de 5.000 familias procedentes de Ramadi.

Temores

Los temores a un gran ataque contra los reductos rebeldes de la ciudad aumentaron después de difundirse la noticia del despliegue de cerca de 1.500 soldados estadounidenses en Al-Anbar provenientes del vecino Kuwait. Además, el plan de seguridad puesto en marcha en Bagdad y en algunas provincias vecinas para terminar con los focos de la insurgencia, también ha sido interpretado como un aviso de ofensiva.

Mientras, el Ejército estadounidense prosiguió ayer la búsqueda de dos de sus soldados desaparecidos después de un ataque perpetrado el viernes por un grupo de insurgentes contra una patrulla militar en Al-Yusefiya, situada a 30 kilómetros al sur de Bagdad y situada en el llamado 'triángulo de la muerte'.

Ayer, tres civiles murieron y siete policías resultaron heridos en dos acciones terroristas en el oeste y el sur de la capital iraquí, una de ellas con coche bomba. Y diez trabajadores de una panadería del barrio de Kadamiya fueron secuestrados por desconocidos, al tiempo que se hallaron nueve cadáveres con señales de tortura, también en la ciudad bagdadí.