COLABORACIÓN. La vicepresidenta De la Vega puso de manifiesto la firme voluntad del Ejecutivo. / FRANCISCO SECO
ESPAÑA

El Gobierno seguirá adelante con el proceso de paz sin el PP

De la Vega acusa a los populares de obstaculizar el final de ETA y avisa a Batasuna de que será un interlocutor válido cuando rechace la violencia El Partido Popular descarta recuperar el consenso antiterrorista con el PSOE a corto plazo y Rajoy reprocha a Zapatero ceder al chantaje terrorista

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El proceso de paz seguirá adelante con o sin el apoyo del PP. María Teresa Fernández de la Vega reprochó ayer al primer partido de la oposición que vuelva a buscar la confrontación en política antiterrorista y le avisó de que con esa estrategia en lugar de perjudicar al Gobierno sólo conseguirá reducir las posibilidades de acabar con ETA. La vicepresidenta primera destacó que el Ejecutivo trabajará sin descanso por la unidad de los partidos, pero admitió que el proceso seguirá aunque Mariano Rajoy no le acompañe.

La decisión del PP de volver a hacer oposición con el terrorismo después del aval de Rodríguez Zapatero a un diálogo de los socialistas vascos con Batasuna tuvo ayer como respuesta una dura crítica de la Portavoz del Consejo de Ministros. «Sería bueno que algunos dirigentes del PP entendieran que su apuesta por la confrontación no daña al Gobierno: obstaculiza el camino de la paz», apuntó Fernández de la Vega. La número dos del Ejecutivo acusó a los populares de entorpecer el proceso de paz y les pidió que actúen con «prudencia, serenidad, reflexión y rigor».

El Ejecutivo no considera que Rajoy haya retirado su apoyo a José Luis Rodríguez Zapatero, sino que entiende que el presidente del PP se ha limitado a «amenazar» con romper el acuerdo de caminar juntos en el proceso de paz. Por ello, Fernández de la Vega reclamó a los populares que dejen a un lado los amagos de ruptura y las declaraciones de los últimos días, a su juicio «fuera de lugar», y que ayuden al presidente del Gobierno a diseñar el camino que lleve al final de ETA. La vicepresidenta subrayó que la unidad de los partidos es «básica» y que lo «sensato y razonable» sería que Rajoy se mantuviera al lado de Zapatero.

Pero si no lo hace, el presidente seguirá adelante. Preguntada al término del Consejo de Ministros sobre si una ruptura con el PP podría bloquear el proceso, Fernández de la Vega aclaró que «por supuesto no vamos a suspender nada porque vamos a seguir trabajando por la paz».

Frente a la mayoría

La número dos de Rodríguez Zapatero denunció que el PP está «sistemáticamente frente a la mayoría» de partidos, también en política antiterrorista, y en este sentido criticó que el Grupo Popular haya presentado una propuesta de resolución sobre el alto el fuego de ETA sin haber tratado de acordar sus términos con el resto de fuerzas políticas del Congreso de los Diputados. En todo caso adelantó que el texto no es del agrado del Ejecutivo y lo tachó de «paradójico y peculiar».

La vicepresidenta se afanó, en todo caso, en explicar la posición del Gobierno ante un eventual diálogo con Batasuna para evitar la ruptura con el PP y aclarar a la opinión pública las palabras de Rodríguez Zapatero. Aseguró así de que cuando el PSE se reúna con la organización radical vasca después del pleno extraordinario sobre el alto el fuego permanente previsto para el mes de junio no será para hablar de política, sino para exigir a la izquierda abertzale que respete la ley.

Imposición o unión

Pero el PP no prevé la recuperación del consenso con el Gobierno en política antiterrorista, al menos, a corto plazo porque ve muy difícil que se pueda resolver la ecuación que ayer planteó su portavoz parlamentario. Eduardo Zaplana aseguró que José Luis Rodríguez Zapatero tiene que elegir entre «someterse a las imposiciones de los terroristas o la unión de los demócratas». El líder de la oposición, Mariano Rajoy, también dejó claro que no existen posibilidades, a día de hoy, de que pueda volver a prestar su apoyo al jefe del Ejecutivo, al que acusó de ceder al chantaje de ETA en lugar de unirse al PP para rechazar las exigencias de los terroristas.

La consumación de la ruptura entre el Gobierno y el primer partido de la oposición no es objeto de polémica en el PP, que ya da por zanjada la etapa previa al debate de la nación e iniciada otra nueva de imprevisibles perspectivas. Miembros de la dirección del partido opositor niegan toda posibilidad de superar el desencuentro antes de acudir a la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo para el próximo día 10, en la que están seguros de que contarán con una amplio respaldo ciudadano a su posición.

«No se puede negociar políticamente con una organización terrorista», insistió Rajoy en un mitin en Tarragona, durante la campaña para el referéndum del Estatuto. «Lamento mucho que el presidente del Gobierno de España, que ha hecho esto por aceptar la presión de una fuerza terrorista, haya cedido al chantaje», añadió.

Propuesta de resolución

Según el dirigente opositor, el Gobierno tendría que haber respondido a las amenazas de los terroristas con un alianza más fuerte con el primer partido de la oposición. «Si ETA chantajea y Batasuna chantajea, lo que tiene que decir es: 'estoy aquí y detrás de mí está el PP y la inmensa mayoría de la sociedad española'».

Por su parte, Eduardo Zaplana admitió que sería «un buen gesto» que los socialistas aceptaran la resolución sobre terrorismo planteada por el grupo popular para que se debata y vote el próximo martes en el Congreso. En ella, el primer partido de la oposición insiste en que «no cabe iniciar ningún diálogo político» con Batasuna y en que la desaparición de ETA es «condición previa a cualquier otra iniciativa».

Fuentes del PP estiman que será prácticamente imposible que el PSOE asuma esta propuesta porque le haría imposible conservar el respaldo de las fuerzas minoritarias y limitaría su capacidad de maniobra para abordar el diálogo político con «ETA-Batasuna». «El acuerdo que quiere Zapatero con nosotros es imposible porque exigimos algo que ETA no acepta y, por otra parte, el PP no accederá nunca a lo que la banda terrorista le exige», apuntaron. Sin embargo, el mismo portavoz señaló que los etarras asumen que cualquier acuerdo que se alcance deberá contar con el compromiso de los dos partidos.

Zaplana alegó que «si los socialistas son coherentes con todo lo que han dicho recientemente tendrían que votar» (la resolución). Pero elevó el listón de sus exigencias a lo más alto al anunciar que su grupo no admitirá más modificaciones a su resolución que las referidas a aspectos de redacción.