Cádiz C.F.

Oli deja hecho el trabajo de campo

El nuevo técnico del Cádiz, junto a Lorenzo Buenaventura, inspeccionó las instalaciones para la pretemporada

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Pasadas las once de la mañana se citaban en Carranza el nuevo entrenador del Cádiz, Oli, el preparador físico, Lorenzo Buenaventura y el delegado del club, Salvador Chirino. Todos ellos, se subieron en el coche del técnico ovetense para comenzar una jornada de visitas a las instalaciones en donde se preparará la temporada.

Primera parada: El Rosal. Fue el escenario que mayor número de empleados, técnicos y directivos aglutinó en torno al jefe de obra que coordina las obras en la ciudad deportiva gaditana. Éste, plano en mano, fue explicando una por una, las dependencias que iban encontrando a cada paso.

Tras inspeccionar el sembrado del nuevo campo de fútbol, el grupo, al que más tarde se sumó el presidente del Cádiz, Antonio Muñoz, se dirigió hacia los bajos de la nueva grada en donde se encontrarán los vestuarios y demás dependencias. Entre explicación y explicación, Oli comentaba a Buenaventura en relación a los espectaculares vestuarios que se crearán que «esto tiene que ser sagrado, por lo que no quiero que ningún canterano atraviese esta puerta». Más tarde, lo explicaba. «No es por castigo ni nada parecido sino que lo hago para que vean esas dependencias como una zona sagrada que pertenece al primer equipo, que esto les sirva de motivación e ilusión por conseguir llegar a utilizarlos».

Esta zona sagrada estará acondicionada con los últimos adelantos inspirados en ciudades de-portivas de otros clubes europeos con el objetivo de ser «lo más funcional y moderna posible», afirma Lorenzo Buenaventura. El profe ha sido, junto a Enrique Huguet, Luis Soler y Víctor Espárrago, los responsables de diseñar la futura ciudad deportiva de El Rosal.

Sobre la fecha de acabado, Oli se mostró prudente porque «al hablar de obras siempre hay que hacerlo con prudencia». Él lo tiene claro, «hasta que no esté todo debidamente acabado, no lo utilizaremos». Así, cree que comenzarán a utilizar los nuevos vestuarios y el nuevo campo de fútbol una vez empezada la Liga. Todo esto «sin prisas», repite Oli.

Después de inspeccionar las nuevas dependencias -en donde Chirino mostró su pequeño malestar por el hecho de que el vestuario para el trío arbitral tan sólo contemplara una ducha- se dirigieron hacia Benalup. A esta nueva cita tan sólo acudieron ya Oli, Buenaventura y Chirino.

Segunda parada. Campo de fútbol de Benalup. En esta estancia fue donde menos tiempo se estuvo. Lo suficiente para que Oli hablará con el responsable de esta instalación para pedirle que pusiera unos cuantos tepes en las zonas del campo más dañadas. «Son daños subsanables para evitar lesiones», comentó Oli tras pisar el campo y notar incluso que «está más blandito que el año pasado».

Tercera parada: Hotel Fair Play Golf de Benalup. La última parada fue para comprobar la evolución de un hotel que el equipo cadista estrenó en el mes de agosto pasado cuando todavía se en-contraba en obras de culminación. Salvando las obsesiones propias como por ejemplo, que las habitaciones de los jugadores estén cercanas a los campos de entrenamientos, que no haya problemas para conectarse a internet para que la concentración sea más amena, que el equipo esté aislado de los clientes del hotel, que los sitios de descanso no estén muy separado de las salas de masajes para evitar que los futbolistas se despisten a la hora de las sesiones, que no haya mucha distancia ni escalones de por medio entre los lugares de entrenamiento pensando en posibles lesiones..., el balance que hacía Oli de las instalaciones de este lujoso hotel fue «brillante», debido, entre otras cosas, a la tranquilidad que proporciona la zona del hotel. Un lugar idóneo para la concentración de un equipo.