Memoria castellana en una Casa de El Puerto

Cádiz era su destino favorito para pasar las vacaciones y, cuando cerraron el Hostal Laguna, en el centro de Salamanca, decidieron instalarse en la provincia. Piedad Hernández y José Antonio Gallina, más su hijo y su nuera, se trasladaron a finales de 2001 a El Puerto, «una buena plaza para el turismo», y seleccionaron un edificio del siglo XVII junto al Guadalete para construir un hotel con encanto, de ambiente familiar y «con otra forma de tratar a los clientes, muy de cerca».

Después de más de tres meses de investigaciones en el archivo municipal, recuerdan hoy los promotores, averiguaron que el inmueble del número 30 de la Ribera del Río perteneció a Manuel Rosales y Velasco, Caballero de la Orden de Santiago y Regidor de la Ciudad.

La Casa del Regidor, ya convertida en un pequeño hotel, abrió sus puertas en 2003, tras dos años de delicada rehabilitación bajo la supervisión de Cultura, en la que hubo que respetar la estructura del edificio: suelos y columnas de mármol, ventanales y vigas de madera labradas, y alegres solerías en el luminoso patio interior, que es el encargado de dar vida al alojamiento. El proyecto costó más de 600.000 euros de inversión, «sin ayudas públicas». «Lamentablemente».

Volcados en el servicio

El alojamiento cuenta con 15 habitaciones repartidas en dos plantas y una categoría de dos estrellas. «Ofrecemos un servicio que está por encima de esa categoría, con internet gratis en todas las habitaciones y acceso para minusválidos, por ejemplo, pero los requisitos de la ley se centran en otras cuestiones como los metros cuadrados, que son difíciles de cumplir en edificios históricos como éste. Preferimos dar un buen servicio y tener dos estrellas, que tener tres o cuatro y dar un mal servicio», explica Piedad Hernández.

Los detalles inundan las estancias comunes. Recuerdos familiares. Viejos discos; grabados de Salamanca y el Tormes en las paredes; una biblioteca llena de novelas históricas y una sorprendente colección de más de 30 planchas, de planchar, repartidas en vitrinas. «Se puede hacer un gran hotel, con buena técnica; pero también es posible hacer un hotel vivido, algo personal, diferente y único, que es lo que nos propusimos hacer aquí y creemos haber conseguido, por la respuesta de los clientes».

Este modelo de pequeño negocio turístico funciona, «da para vivir más que bien», con ocupaciones medias anuales en torno al 70% y comercializado, casi totalmente, a través de internet. COntACtO I Ribera del Río, 30-Bajo. El Puerto. 956877333 www.hotelcasadelregidor.com