Cultura | feria del libro de cádiz

Mayor afluencia y mejores ventas, cierran con balance positivo la cita librera

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Satisfacción y alegría por las nuevas cifras es el ambiente que se respira entre los organizadores de la XXI Feria del Libro de Cádiz. Con números todavía sin cerrar con los datos del pasado fin de semana, la sensación era buena entre los corrillos que ayer despedían la fiesta de los libros. «Ha sido un hecho palpable que la afluencia de público ha sido mucho mayor que en otras ediciones», destacó el concejal de Cultura, Antonio Castillo que llamó la atención sobre los casi 1.500 niños han asistido a las actividades.

«El primer domingo fueron alrededor de 1.200 personas las que se acercaron al Baluarte y alcanzaron las 3.000 en torno al jueves. Eso, sin contar que para ese día, más de 1.000 habían participado en las presentaciones», asegura Castillo que considera que «se ha cerrado el círculo mágico de la lectura por el cuál la gente ha visitado la Feria y se ha llevado a casa un libro para leerlo».

Desde la perspectiva de los libreros, Pepe Jaime, de Quorum, considera muy positivo el hecho de que se hayan superado las cifras del pasado año, todo ello teniendo en cuenta que «la anterior edición fue especialmente negativa en lo que a las ventas se refiere». «Lo importante es mover el libro, apoyar la cultura y promover que sea más», aseguró el editor que considera un éxito que todos los días estuvieran llenos los actos y presentaciones.

Con vistas a 2007

Al igual que el librero, Castillo destaca la importante labor de difusión llevada a cabo por los medios de comunicación, así como «el duro trabajo de los técnicos municipales, de la Junta, de la Diputación, la Universidad y, por supuesto, de los libreros». El concejal insiste en que pronto volverá a ser tiempo de pensar en el 2007, «intentando corregir errores y mejorar las cosas siempre desde un punto de vista autocrítico».

Pepe Jaime llama la atención sobre la necesidad de crear una dirección de la feria que se dedique íntegramente al evento durante todo el año. «Es el momento de que alguien asuma esta responsabilidad si queremos una feria de envergadura», afirma.