Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado

Rechazado el veto del PP al nuevo Estatuto

El presidente de la Generalitat dice que el nuevo Estatut "no quiere dar la espalda a España", sino que "abre el camino" al resto de reformas

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La Comisión General de Comunidades Autónomas ha rechazado hoy la propuesta de veto del PP al nuevo Estatuto de Cataluña por mayoría en las delegaciones del Senado y del Parlament catalán. Las votaciones, en la representación de la Cámara Alta, registraron 24 votos a favor del veto y 25 en contra, los primeros provenientes del grupo del PP y los segundos, del resto, incluido el senador de ERC y portavoz de Entesa Catalana de Progrés, Carles Bonet. En la delegación del Parlamento de Cataluña se contaron 43 votos en contra del veto -CiU, PSC, ERC, ICV- por tan sólo cinco a favor -PP-.

Para efectuarse las votaciones, el letrado de la Comisión tuvo que leer el nombre de los senadores y de los diputados catalanes uno por uno, ya que, dijo Laborda (el presidente de la Comisión), la sala del antiguo salón del hemiciclo en que se celebra la Comisión no dispone de servicio electrónico. De esta forma concluyó la primera parte del debate que desde esta mañana tiene lugar en la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado.

Esta fase inicial del debate se centró en la discusión sobre el veto del PP, que ya fue rechazado la semana pasada en la ponencia del Senado creada para debatir el texto del Estatuto procedente del Congreso. No obstante, participaron previamente al debate sobre el veto el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, y el de Cantabria, Miguel Angel Revilla, así como cinco consejeros de comunidades autónomas gobernadas por el PP: Comunidad Valenciana, Castilla y León, Baleares, La Rioja y Murcia.

El debate continúa con la discusión de las enmiendas presentadas por los grupos:PAR, CiU, ERC y PP.

Maragall cree que España "gana estabilidad" con el nuevo Estatut

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha afirmado hoy en el Senado que España "gana estabilidad" al reconocer a Cataluña como una "nación" con la aprobación del nuevo Estatuto catalán, con lo que el Estado se garantiza "su continuidad y progreso como realidad plural". Maragall ha intervenido en la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado, en la que se debate el nuevo Estatut, con un discurso básicamente en catalán, en el que ha remarcado que el nuevo texto autonómico "no quiere dar la espalda a España", sino que "abre el camino" al resto de reformas estatutarias.

En un momento de sus cerca de veinte minutos de intervención, Maragall ha hablado en castellano para preguntarse si "ganaría algo España negándose a reconocer" que Cataluña es una "nación", un "clamor" de los catalanes, ha dicho, que, de no ser reconocido, hubiese provocado la "pérdida de respeto" hacia España. "Somos lo que somos y con este Estatut las Cortes españolas reconocen lo que les dice el Parlament de Cataluña: que nos sentimos y somos una nación", enfatizó Maragall. En este punto, el presidente de la Generalitat se ha preguntado: "¿Ganaría algo España negándose a reconocer ese clamor? Perdería. Perdería el sentido de la realidad y perdería el respeto de millones de catalanes. ¿Gana algo España? Gana en estabilidad, gana en realismo y apuesta por la fórmula que mejor puede garantizar su continuidad y su progreso como realidad plural".

Maragall ha mostrado su convencimiento de que "todo el esfuerzo habrá valido la pena" y que, "con el tiempo, toda España entenderá que la propuesta de Cataluña estaba hecha desde la lealtad y el respeto". "Respeto por sus ciudadanos, en primer lugar, pero también fraternidad con los demás pueblos de España, de los que habla la Constitución". El proyecto estatutario de Cataluña no es sólo, según Maragall, "una afirmación positiva de nuestra realidad nacional en el marco constitucional", sino que se basa también en ampliar y reforzar el autogobierno de la Generalitat, poner una "herramienta al servicio de los ciudadanos" -para él "lo más importante"- y todo ello "sin darle la espalda a España".

Por el contrario, Maragall cree que el nuevo Estatuto catalán "ha abierto el camino para la afirmación de las distintas realidades identitarias de los pueblos de España", desde la base de que "las comunidades autónomas son Estado". Maragall ha dedicado buena parte de su discurso a explicar los "avances" que aporta el nuevo texto autonómico, desde la mejora en la oferta de viviendas de protección oficial, el hecho de que los catalanes "podrán exigir un mayor respeto a sus derechos", la "plena responsabilidad" sobre servicios básicos como la enseñanza o la sanidad, mayores becas, políticas sociales sobre la inmigración y, "el salto más evidente", la mejora de las prestaciones sociales.

Asimismo, Maragall ha recordado que el nuevo sistema de financiación que aporta el Estatuto permitirá que el Estado dedique a Cataluña un 18,5% de su inversión en infraestructuras durante los próximos siete años y que las reglas de la solidaridad se fundamenten en una "igualdad de servicios en base a un esfuerzo relativo fiscal similar".

Revilla desea "larga vida" al Estatuto

Revilla, regionalista que gobierna en Cantabria en coalición con el PSOE, ha apoyado la tramitación del Estatuto en el Senado y le ha deseado "larga vida", aunque ha advertido de que las diferencias entre comunidades no deben conllevar "privilegios ni menoscabo" de unas sobre otras. El presidente cántabro ha protagonizado de nuevo la anécdota de la jornada al entregar a Maragall, al final de su intervención, una pulsera roja y blanca conmemorativa del Año Jubilar Lebaniego que "trae suerte, fomenta la solidaridad y convivencia y es antídoto contra los separatismos".

Luego ha sido el turno de los consejeros que representaban a cinco comunidades gobernadas por el PP -Comunidad Valenciana, Baleares, Castilla y León, Murcia y La Rioja- quienes han censurado la reforma del Estatuto porque supone el nacimiento de una realidad nacional distinta de la española y quiebra los principios de igualdad y solidaridad consagrados en la Constitución. La alusión al término "nación", la reforma del modelo de financiación en Cataluña, la inconstitucionalidad del texto y la desigualdad que, a juicio de los consejeros populares, motivará el texto entre territorios y ciudadanos han sido sus críticas comunes.