Contraportada

Milagros Delicado Una dama para el arte contemporáneo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La vocación de Milagros Delicado llegó con el peso imperceptible de la predestinación. Cuando apenas era una adolescente que espiaba a su tío político, el pintor algecireño José García Jaén, en sus tertulias. Ya por entonces había decidido estudiar Bellas Artes aunque sería el diseño y no otras disciplinas más clásicas el objeto de su especialización. Por entonces no podía intuir que su nombre terminaría asociándose a los circuitos gaditanos del arte contemporáneo, al devenir de una galería que, creada en El Puerto viajó hacia la capital tras los delgados hilos del comercio artístico.

«Monté la galería en 1999. Fueron unos años muy fructíferos con grandes satisfacciones aunque no demasiado negocio. No había grandes ventas así que en 2004 me planteé el traslado a Cádiz», recuerda.

Consciente de las dificultades, Milagros no vacila en afirmar que el principal problema del arte «es la poca educación cultural de la ciudadanía». Un déficit que «sólo pueden permitirse las dictaduras» porque «una democracia debe presumir de la cultura de sus habitantes». «Saber de arte implica saber a mirar las cosas, abrir las puertas a una gran cantidad de sensaciones que de otra manera permanecerían ocultas», asegura quien sabe que «una educación cultural ha de comenzarse desde pequeño».

Promotora de artistas de la talla de Chema Cobo, Gerardo Delgado o Antonio Rojas, Milagros defiende el deslocalismo de un ámbito «donde no hay fronteras» y pelea por el cuidado de los jóvenes valores, que han encontrado fuera el reconocimiento, como David Alcántara. Entre los quehaceres de su jornada diaria está el trabajar por colocar algunos de estos nombres en ferias de renombre como ARCO en Madrid o las de Lisboa, Valencia o Santander. Todo ello con el esfuerzo vital de quien sabe «que no va a hacerse rica».

Promotora de las mesas Arte Contemporáneo en Andalucía, la galerista que ha conseguido traer a Cádiz a algunos de los mejores gestores culturales de Andalucía, se reconoce positiva y optimista. «Cádiz es una ciudad maravillosa llena de gente curiosa. No importa que no haya dinero, personalidades de la talla de Fernando Francés lo han dicho, lo que hace falta es una buena gestión cultural en manos de profesionales probados. Hay que darse cuenta de que el turismo de sol y playa se acabará y que hay que ofertar calidad. Tenemos un patrimonio maravilloso y si consiguiéramos un centro de arte contemporáneo con un equipo de prestigio sería una joya», asegura.

Con la seguridad de saber «que las cosas van por buen camino aunque no tan rápido como quisiéramos», Milagros mira al futuro deseando alcanzar una mayor holgura que permita llevar a sus artistas a más ferias y escaparates internacionales. Un propósito que une irremediablemente al futuro artístico de esta provincia porque ella está segura de que, en un ambiente hostil, no emigraría a Madrid, «en ese caso cerraría la galería porque no quiero irme fuera», afirma antes de lanzar con una sonrisa, «pero tengo confianza en que eso no va a pasar».