según un ingeniero responsable de los estudios geotécnicos

La excavación del túnel del Carmel la noche antes de su derrumbe fue una "barbaridad"

Esta operación fue una de las principales causas del hundimiento, hipótesis que ya avanzó el técnico ante la comisión parlamentaria

BARCELONA Actualizado: Guardar
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El ingeniero responsable de los estudios geotécnicos de la línea 5 del Metro de Barcelona, Benjamín Celada, ha calificado hoy de "barbaridad" la excavación efectuada en el túnel del Carmel la noche antes del primer desprendimiento, lo que, a su juicio, pudo ser una de las principales causas del derrumbe. Celada, ingeniero de minas de la empresa Geocontrol, ha declarado como imputado durante seis horas ante la titular del juzgado de instrucción número 33 de Barcelona, Elisabet Castelló, que investiga el hundimiento del túnel del metro de Carmel, ocurrido hace algo más de un año y que obligó a desalojar de sus casas a más de 1.200 vecinos.

Según fuentes judiciales, Celada ha señalado la excavación de la solera del túnel de maniobras que se abrió el 24 de enero del 2005, la noche antes del primer desprendimiento, como una de las principales causas del hundimiento, hipótesis que ya avanzó ante la comisión parlamentaria que investigó el desastre del Carmel. El ingeniero ha atribuido dicha excavación a un "error humano", dado que, a su juicio, habría sido una "barbaridad" que un técnico hubiera ordenado abrir una rasa como la que se excavó la noche antes del derrumbe en un tramo sensible que estaba bajo observación desde hacía cuatro meses y donde incluso se había saneado el hormigón.

Celada ha dicho desconocer quién ordenó dicha excavación -que, al parecer, descalzó la base de la pared del túnel-, y que el director de las obras, Javier Gete-Alonso- aseguró ayer que ni había autorizado ni se le había comunicado. El responsable de geotecnia ha confesado que le extrañaría mucho que la UTE encargada de los trabajos de construcción fuera la que mandó excavar la rasa, por lo que ha apuntado a una posible interpretación incorrecta de la orden por parte de los responsables a pie de obra. En su declaración ante la juez, el responsable de los estudios geotécnicos ha revelado que, pese a que el tramo en el que se efectuó dicha excavación estaba bajo observación, no había ninguna señalización que prohibiera realizar obras en ese punto.

Benjamín Celada se ha mostrado convencido de que los sondeos que se llevaron a cabo en la zona donde se construyó el túnel fueron los suficientes para evaluar su seguridad y que el terreno del Carmel parecía estable a la luz de los informes geotécnicos. En este sentido, ha aclarado que la calidad del terreno donde se estaba construyendo el túnel de maniobras del Carmel no era especialmente problemática para perforar. Para el ingeniero de minas, la estabilidad del terreno había quedado suficientemente probada con la construcción de la estación de metro del Carmel, que se llevó a cabo paralelamente a la del túnel de maniobras.

Celada no cree que hubiera una falla en el punto de excavación

Sobre la existencia de una falla geológica en el punto donde se produjo el derrumbe, Celada ha opinado que duda mucho que exista, aunque ha puntualizado que ello deberán determinarlo los informes periciales encargados por el juzgado. Como ayer admitiera Gete-Alonso, el ingeniero de minas ha reconocido ante la juez que, cuando el día 25 de enero observó la campana que se había formado a raíz del primer desprendimiento, fue consciente del riesgo de que fuera a más y de que podía llegar hasta la superficie.

En la misma línea que lo que declaró en la comisión del Parlament, Celada ha defendido el método austríaco de construcción, utilizado para la creación del túnel de maniobras del Carmel, porque, en su opinión, es suficientemente seguro. El ingeniero, experto en la construcción de túneles, ha explicado que su función en el proyecto era de mero asesoramiento, por lo que solamente se le consultaban aspectos relativos a las obras cuando surgía alguna incidencia.