Barroso remodela su equipo de Gobierno con cambios en todas las áreas

A falta de un año y medio para la celebración de las próximas elecciones, el alcalde José Antonio Barroso ha decidido mover ficha y reestructurar de manera drásticas los componentes de su equipo de gobierno. Esta decisión fue tomada según Antonio Noria, portavoz de IU, para «afrontar lo que queda de legislatura con nuevos aires y para paliar los posibles déficits que pudiésemos tener».

La renuncia de Carmen Flores al frente de las concejalías de Educación y Cultura el 20 de enero ha sido el desencadenante de todo este proceso. Una dimisión que produjo el nombramiento de José Garrido como edil el pasado 2 de febrero, aunque hasta ayer no se le otorgó ninguna responsabilidad en el organigrama municipal.

En este sentido, el nuevo componente de la corporación asumirá las delegaciones de Participación Ciudadana, donde sustituye a Lola San Isidro, Juventud, hasta ahora en manos de Lourdes Pineda, y Educación. Por su parte San Isidro volcará sus funciones hacia el área de Cultura, en tanto que Pineda seguirá al frente de Servicios Sociales y Cooperación Internacional.

Además, José María Martín Torres asumirá nuevas cotas de responsabilidad, ya que sumará a sus competencias como responsable de Personal las correspondientes a Policía, cartera que ya ocupó en la anterior legislatura, y Medio Ambienta, hasta ahora en poder de Noria.

Los cambios también afectarán al trabajo del edil de Fiestas Pedro Sánchez Contreras, quien a partir de ahora dirigirá Turismo y Comercio. Esta decisión provoca que el área de Consumo que hasta ahora controlaba pase a manos de Alonso Lobato.

Sin duda alguna la sorpresa la constituyó la pérdida de responsabilidad de Lourdes Gaviño, que además fue la única concejala de IU que no estuvo presente en el reparto de nuevas responsabilidades. La concejal seguirá al frente de Instituto de Formación y Promoción Socieconómica (Impro), aunque ha perdido con los cambios las áreas de Turismo, Comercio y Policía.

A pesar de esta situación, Noria se apresuró a negar la inexistencia de una pérdida de confianza en Gaviño y aclaró que todo se debía a «la necesidad de apostar por el empleo» en la ciudad.