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Nuevas fotos de los abusos de Abú Ghraib agudizan la crisis de las viñetas

El Pentágono califica su divulgación en estos momentos como irresponsable La ONU expresa su esperanza en que los hechos «sean investigados cuanto antes»

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El Special Broadcasting Service (SBS), un canal público de televisión de Australia, ha ofrecido el perfecto relevo para la actual crisis de las caricaturas al emitir ayer una colección de nuevas y gráficas imágenes sobre el viejo escándalo de torturas carcelarias perpetradas hace tres años por tropas de Estados Unidos en la prisión de Abú Ghraib, a las afueras de Bagdad. Una saga de abusos que trascendió en abril de 2004 y que ha provocado múltiples procesamientos, condenas y destituciones. El Pentágono ha calificado su divulgación en estos momentos como irresponsable.

Las adicionales imágenes, mucho más explícitas que las anteriores, se han propagado a la velocidad de internet por todo el mundo, siendo emitidas inmediatamente por cadenas de televisión árabes ante audiencias ya recalentadas por la campaña de disturbios alentada por las viñetas publicadas hace casi medio año en Europa. En esta nueva colección de imágenes se puede observar prisioneros heridos, humillados, desnudos y sometidos a todo tipo de vejaciones.

El programa Dateline del canal SBS de Australia ha indicado que las fotos fueron tomadas a finales de 2003, al mismo tiempo que las otras imágenes divulgadas hace dos años. Este nuevo juego de imágenes, autentificado por el Pentágono, procedería de todo el material acumulado en el curso de la investigación penal organizada por las autoridades militares al trascender las primeras alegaciones de abusos en Abú Ghraib en la revista The New Yorker.

Demasiado gráficas

Olivia Rousset, la periodista responsable de este explosivo segmento del programa Dateline, ha indicado que tuvo acceso a estas instantáneas mientras investigaba una historia sobre los guardias destinados en la cárcel. Mike Carey, productor ejecutivo de ese espacio, ha explicado que de los centenares de fotos a que han tenido acceso se ha optado por guardar algunas imágenes por considerarse demasiado gráficas para su exhibición.

Ninguna de las diseminadas ayer parecen documentar la existencia de abusos o culpables no conocidos hasta ahora. De hecho, descripciones en términos generales fueron facilitadas en su momento por el Departamento de Defensa, institución que además organizó una especie de pase restringido para miembros del Congreso federal.

La posición de la Administración Bush es que los abusos no fueron parte de una estrategia sistemática, sino resultado de unos cuantas «manzanas podridas» dentro de la unidad de Policía Militar que se hizo cargo tras la caída de Bagdad de esa prisión, ya con terrible fama durante la dictadura de Sadam. Como instigador principal de estos abusos se ha identificado al reservista Charles Graner, condenado a diez años de prisión en Fort Leavenworth, Kansas.

La versión de que lo ocurrido fue un hecho aislado en el que no estarían implicados más de diez soldados de baja graduación es rechazada por grupos de derechos humanos y algunos miembros de la oposición demócrata. Según insistía ayer un portavoz de la Unión Americana de Libertades Civiles, «esperamos que la divulgación de estas fotografías genere presión para depurar responsabilidades».

Por su parte, la ONU calificó ayer de «perturbadoras» las imágenes y pidió que se haga una investigación lo antes posible.

El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, manifestó que las imágenes son «profundamente perturbadoras», y expresó la esperanza en que «estos incidentes sean investigados cuanto antes».