Jerez

IKEA expresa su «malestar» y exige a los socios que no la mezclen en «una guerra política»

La multinacional confirma una inversión de 300 millones de euros y la creación de 600 puestos de trabajo La decisión será refrendada en el contrato definitivo, que ampliará el acuerdo de intenciones suscrito en diciembre

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«Esto es absurdo y es la primera vez que nos ocurre». La multinacional sueca IKEA está «sorprendida y molesta», según indicaron fuentes de la empresa a LA VOZ, por verse involucrada en «una guerra política en la que no queremos entrar».

La difusión del protocolo de intenciones suscrito en diciembre entre la empresa, Junta y Consistorio ha abierto la espita de la indignación. En este acuerdo, se indicaba que la inversión de la multinacional sería de 35 millones de euros y que crearía 300 empleos, cuando las cifras anunciadas por el director de expansión de la firma, Jaime García-Alegre, y la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, apuntaban a 300 millones de inversión y más de 600 empleos.

Convenio de mínimos

«Es un convenio de mínimos que se firma para ser presentado a la central en Suecia», recalcó la multinacional, que subrayó que «es absurdo pensar que no va a ir más allá». «Por ejemplo, la inversión de una tienda estándar asciende a 50 millones de euros y supone 400 empleos», indicaron las mismas fuentes, que insistieron en que la cantidad destinada a Jerez será de «300 millones de euros, entre la tienda y el parque empresarial». Según la empresa, esta cantidad será refrendada en el contrato definitivo, que se firmará antes de iniciar la recalificación de los terrenos de IKEA.

La multinacional objetó además que el convenio de diciembre recoge «una modificación puntual del PGOU» para recalificar los terrenos. «Y es lo que se presentó en Suecia», agregaron las mismas fuentes. La operación cuenta sin embargo con el rechazo del PSA, que insiste en que costará seis millones a las arcas municipales.

La propia alcaldesa, Pilar Sánchez, que denunció «una irresponsable estrategia» para desgastar a su figura, despejó ayer los obstáculos que atenazaban a la operación y afirmó que iniciará el proceso de recalificación en breve. Sánchez identificó además un «intento clarísimo de crear confusión para que la empresa se vaya». por parte de «políticos frustrados» que no quiso identificar. «La credibilidad de esta alcaldesa no está en tela de juicio», abundó.