Fallece un operario al reventar una caldera de agua en una fábrica en Córdoba

Nuevo siniestro laboral en Andalucía. Un operario de 43 años, cuya identidad responde a las iniciales B. R., falleció ayer después de precipitarse desde una altura de unos 11 metros por la explosión de un tanque de agua sobre el que trabajaba, en una fábrica de la empresa Pascual ubicada en Palma del Río (Córdoba).

El concejal de Policía Local de ese municipio, Andrés Rey Vera, informó a Europa Press de que el suceso se produjo alrededor de las 12.00 horas, cuando dos empleados se hallaban sobre una grúa realizando trabajos de soldadura en unos depósitos de agua de la empresa, que se encuentra en el polígono industrial Matachel de la localidad cordobesa.

A consecuencia del estallido, uno de los dos trabajadores falleció por causas desconocidas, por lo que la empresa ha decidido abrir una investigación para aclarar los hechos. Asimismo, el edil indicó que tampoco se sabe la razón que provocó la explosión, ya que el tanque, de unos seis metros de diámetro, «estaba abierto por arriba, por lo que se desconoce cuál ha sido el motivo, ya que no estaba sometido a presión» que pudiera haber provocado su explosión.

El tanque de agua salió despedido y fue a caer sobre unas naves industriales situadas a 200 metros de su emplazamiento original, por lo que afectó a unas cinco naves industriales cercanas. No obstante, no se registraron más consecuencias ya que «afortunadamente no hubo que lamentar más daños personales, ya que en ese momento no había nadie trabajando allí», comentó Rey.

Según narró también el concejal, el otro obrero presente en el momento del suceso, de 38 años, fue trasladado al centro de salud de Palma del Río, pero «no presentaba ninguna herida, tan sólo el trauma psicológico a causa del impacto que le provocó ver morir a su compañero». De hecho, el trabajador presentaba un cuadro de ansiedad pero no necesitó que le hospitalizaran.

Por su parte, un portavoz del Consorcio Provincial de Bomberos de Córdoba señaló a Efe que el depósito que explotó almacenaba 650.000 litros de agua y que al lugar de los hechos se desplazaron ocho bomberos que acordonaron la zona con un perímetro de seguridad ante el riesgo de que pudiera producirse una fuga de gases o de líquidos. Asimismo, también fueron a la fábrica, donde ocurrieron los hechos, efectivos del 061 que no pudieron hacer nada por salvar la vida a la víctima cuando llegaron.

Miembros de la dirección general industrial del grupo de empresas Pascual se desplazaron también a la zona para «hacerse cargo de la situación».