«La calidad no tiene nada que ver con el aburrimiento»

Beatriz Ariño presenta desde hace poco más de año y medio Informe semanal. Periodista curtida en los informativos de TVE, asegura que el espacio lleva 33 años en antena «porque quienes lo hacen dan cada sábado lo mejor de sí mismos». El programa más veterano en antena ha superado los 6.600 reportajes, luchando contra la censura de la dictadura y bajo cinco presidentes del Gobierno distintos.

-¿Qué siente al sentarse en la silla que ocuparon Rosa María Mateo, María del Carmen García Vela, Adela Cantalapiedra y Letizia Ortiz?

-Me siento muy afortunada, aunque al principio tuve cierto vértigo, y siento mucho respeto. Para mí es muy importante estar en un programa que forma parte de nuestra memoria colectiva.

-¿Cuál es el secreto para que un programa llegue a los 33 años en antena?

-Intentar hacer un buen producto cada sábado, no bajando jamás el listón y pensando que todos los días son un nuevo reto.

-¿Podría hacerse 'Informe semanal' en una cadena privada?

-Por supuesto, aunque tiene que considerarse que no va a romper audiencias. Los programas buenos pueden hacerse en todas las televisiones, públicas o privadas.

-¿Qué debe primar: la audiencia o la calidad de las informaciones?

-Sin dudarlo, la calidad de las informaciones. La calidad no tiene nada que ver con el aburrimiento. Se puede hacer una información de muchísima calidad dirigida a una audiencia masiva. El espectador lo distingue y cuando una cosa está bien hecha, responde.

-¿Tienen ahora mayor libertad para trabajar que nunca?

-Se dice que, pese a todo lo que pase, siempre sigue 'Informe semanal'. No estuve en anteriores etapas del programa, pero en los servicios informativos de TVE hay la sensación general de que trabajamos con mayor libertad que antes.

-Pese a todo, les siguen criticando.

-Sí, pero si la critica tiene un punto de vista constructivo es positiva. Siempre se puede sacar una enseñanza o una lección de la crítica, aunque otras veces, como televisión pública, nos critican sin fundamento. Hay que aprender a trabajar sabiendo que estamos en el punto de mira de todo el mundo.

-¿Qué opinión le merece las críticas de la Generalitat Valenciana al reportaje sobre la política urbanística en esa comunidad?

-Me ha producido bastante sorpresa, porque es un reportaje que puede gustar o no, dado que cada uno es muy libre, pero que recogía todas las opiniones sobre este asunto. Si el reportaje hubiese estado sesgado o hubiese tenido errores, que siempre se pueden cometer, se habría dado marcha atrás. Pero en este caso se recogieron todas las voces.