ANDALUCÍA

Detenidos otros dos empleados de La Alhambra por la venta irregular de entradas

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La policía sigue desentrañando la trama organizada en torno a la venta de entradas a La Alhambra, en Granada. Las pesquisas concluyeron ayer con nuevas detenciones, esta vez también de empleados del monumento. La policía detuvo a un oficial de segunda del Patronato de la Alhambra y el Generalife y a un controlador de accesos del monumento por su presunta implicación en las irregularidades detectadas en la venta de entradas, lo que eleva a cuatro las detenciones practicadas hasta el momento. Tras prestar declaración, los detenidos han quedado en libertad con cargos y con la obligación de personarse ante la autoridad judicial cuando sean requeridos, informó la policía autonómica.

Los detenidos negaron cualquier vinculación con la trama sobre las presuntas irregularidades en el sistema de accesos, control de aforos y venta de entradas al monumento nazarí.

Uno de los detenidos, identificado como A.M.Q., es oficial segunda del Patronato, cargo «de confianza» del organismo que asume responsabilidades en cuanto al control de accesos. El otro arrestado, R.M.E., es controlador de acceso del monumento -puesto por debajo al de oficial segunda- y desempeña su labor en puntos fijos del monumento nazarí, a diferencia de aquél.

La policía considera a ambos presuntos autores de los delitos de malversación, cohecho y contra el patrimonio histórico, mientras que atribuye también al segundo un delito de coacciones. La detención de ambos, que han quedado en libertad con cargos con la obligación de personarse ante la autoridad judicial cuando sean requeridos, eleva a cuatro el número de detenidos desde el pasado 28 de diciembre.

Otros diez

Las fuentes policiales calcularon en catorce o quince, incluidos estos cuatro, el número de detenidos con el que podría cerrarse la investigación, que se inició el pasado agosto después de que la dirección del Patronato pusiera en conocimiento de la Policía Autonómica la existencia de indicios sobre las presuntas irregularidades.

El presunto fraude consistía en introducir en la Alhambra a más personas de la permitidas, utilizando para ello «entradas falsas, otras ya utilizadas o incluso sin entradas», operación que solían practicar con grupos de visitantes y «en connivencia» con personal externo, como guías turísticos.