ANDALUCÍA

Buscan al padre de la niña atropellada como autor de los disparos que mató al conductor

La policía no duda de que el progenitor es quien acribilló a Gaspar García, un celador de hospital a punto de jubilarse El vehículo no llegó a arrollar a la niña aunque sí impactó con ella La niña, herida leve, recibe el alta

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La policía de Sevilla prosigue la búsqueda del hombre que el pasado domingo acribilló a Gaspar García, el hombre de 64 años que acababa de atropellar a su hija de 7 años, aunque la pequeña resultó con heridas leves y ya ha sido dada de alta. También intentan localizar a dos tíos de la niña por su presunta participación en el crimen y que continúan huidos del asentamiento chabolista en el que residen. Todos ellos, según fuentes policiales, son de etnia gitana, tienen entre 25 y 30 años y cuentan con varios antecedentes por robo.

El jefe superior de Policía, Enrique Álvarez Riestra, mostró su confianza en que los agresores serán detenidos en breve y explicó que todos los testimonios recogidos apuntan a que fue el padre el autor material de «al menos varios» de los disparos. No obstante, el departamento de balística continúa sus análisis para determinar si los once casquillos de bala encontrados en el lugar del suceso corresponden o no a una misma arma corta, lo que supondría que el autor de los disparos tuvo la sangre fría de recargar su pistola del calibre 6,35, que sólo tiene capacidad para seis cartuchos.

Álvarez Riestra ha explicado además que el conductor asesinado, Gaspar García, manejaba el vehículo «prudentemente», vio cómo los pequeños «se le echaron encima, frenó» e impactó contra la niña. Ha matizado además, que el vehículo no llegó a arrollar a la niña, aunque sí impactó contra ella -en un principio estas palabras fueron interpretadas como una negación del atropello, que la propia Policía ha rectificado-.

Los hechos se produjeron poco antes de las 14 horas del domingo en la calle Isaac Peral, junto a la Avenida de la Palmera, una de las principales arterias de Sevilla. La familia de la pequeña había estacionado varias furgonetas enfrente de un albergue juvenil y los más pequeños, una niña y dos niños de entre 7 y 10 años, salieron corriendo a la calzada de entre unos contenedores y otros vehículos aparcados. Gaspar García se dirigía a su puesto de trabajo como celador en el cercano Hospital Virgen del Rocío y al ver a los menores frenó su coche, golpeando levemente a la pequeña, ya que su turismo no presentaba abolladuras y, según los testigos, no circulaba a mucha velocidad.

El padre de la menor que había presenciado el accidente salió de la furgoneta y «sin mediar palabra» la emprendió a tiros con el hombre, que no tuvo tiempo de salir del coche, quedando su cadáver tendido entre los asientos delanteros. Tras el tiroteo, el agresor y dos de sus hermanos huyeron, mientras que el abuelo de la niña la llevaba al centro sanitario. Después de permanecer una noche en observación con collarín tras sufrir algunas contusiones leves por «haber caído al suelo», fue dada de alta en la mañana de ayer.

Según recordó Álvarez Riestra, la Policía Nacional detuvo poco después a cuatro familiares de la menor -entre ellos una mujer- para intentar esclarecer lo sucedido. Tres de ellos han sido puestos en libertad tras prestar declaración, mientras que otra persona, hermano del padre de la niña, permanece detenido como presunto encubridor. Se da la circunstancia de que la familia se había visto envuelta a finales de diciembre en otro tiroteo ocurrido en el asentamiento chabolista de 'El Vacie', donde residían, y había solicitado ayuda para salir de esa zona, por lo que se encontraban viviendo temporalmente en el albergue.

Concentraciones

Mientras tanto, en Hospital Virgen del Rocío y en el Ayuntamiento de Coria del Río -lugar de residencia de la víctima- se han producido diversas concentraciones y un minuto de silencio en homenaje a Gaspar García, con dos hijos y a punto de jubilarse.

El municipio ha decretado un día de luto y las banderas ondearon durante todo el lunes a media asta. Por su parte, el Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo, lamentó lo sucedido y reclamó que se abra una «profunda investigación» sobre el tráfico y la posesión ilegal de armas de fuego. La Fundación Secretariado Gitano pidió igualmente que no se estigmatice a la comunidad gitana y que no se generalice al conjunto conductas o errores de una mínima parte de sus miembros.