«El fenómeno de las fans se ha desmadrado»

A los 21 años y después de 12 en la interpretación, Miguel Ángel Muñoz triunfa en su gira teatral con la obra 'El cartero de Neruda', intervendrá en la película 'Los Borgia' y cuenta con otro papel televisivo, ahora en 'Mis adorables vecinos'. Interpreta, canta y baila, aunque estas dos últimas actividades tuvo que aprenderlas deprisa para trabajar en 'Un paso adelante'. A los 9 años realizó su primer papel para la película de Jaime de Armiñán 'El palomo cojo', y a los 15 años ya tenía claro que quería ser actor.

-En 'Mis adorables vecinos' es un monitor de aerobic, un chico sencillo, de barrio, responsable, deportista. ¿Tiene algo que ver con él?

-Bastante. No tenía mucho que ver con Rober ('Un paso adelante'), pero sí con este personaje, Juan, porque es deportista, sano, no toma alcohol, se preocupa por superarse, está sacando las oposiciones a policía y tiene metas. También me parezco en que soy un chico normal.

-Su vocación fue muy prematura...

-No. Con 9 años me lo pasaba bien pero a esa edad no tienes claro nada. Cuando tenía 15 supe que éste era el camino a seguir. La única premisa que me pusieron mis padres fue que aprobase los estudios y eso hice. Pero de no ser actor hubiera sido futbolista. Estoy en tercera regional.

-Parece que aspira a ser un artista integral: interpreta, canta, baila....

-El arma de trabajo de un actor es su cuerpo. Tenemos que saber dominar tanto los sentimientos como la expresión corporal. Eso conlleva saber danza, manejar un arma, esgrima, montar a caballo, cantar y bailar. Los grandes actores del cine y el teatro son aquellos completos, integrales, que dominan prácticamente todo.

-Tiene una gran ambición

-Me tomo en serio todo lo que hago, me planteo retos y metas que son ambiciosos, pero sin ninguna prisa. Y también hace falta suerte.

-¿Su físico es buena baza?

-El físico que la vida te ha regalado es importante porque tienes más posibilidades de hacer ciertas cosas. Te marca sin que tú lo elijas y tienes que sacarle provecho. Para 'Un paso adelante' tuve que adaptar mi cuerpo al personaje, porque yo antes era un chico escuálido y me dijeron que tenía que ir a un gimnasio, ya que el papel requería una complexión más fuerte. Me machaqué durante tres meses. Y tuve que aprender a bailar. Ése ha sido uno de mis mayores retos.

-Le persiguen las fans.

-Hay gente que se interesa por tu trabajo y que te espera cuando vas a los sitios. Es muy reconfortante. Pero el fenómeno de las fans se ha desmadrado en los últimos tres años y cuando das un concierto se forman unos guirigays impresionantes. Es muy bonito lo de las fans, pero el efecto de la televisión es de un reclamo inmediato que se apaga. Puedes pasar de ser un fenómeno social a un desconocido.