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El hospital Hadasa rompe el 'shabat'

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La observancia del shabat es palmaria en todo Israel y muy especialmente en Jerusalén, una ciudad en la que literalmente se detienen todas las actividades oficiales, y muchos catos privados, entre la tarde del viernes y la tarde del sábado, es decir, durante las horas que dura este precepto religioso.

El hospital Hadasa Ein Karem ha hecho una excepción en esta ocasión. Su director general, Shlomo Mor Yosef, sólo ha roto el descanso preceptivo del shabat en una ocasión, excepcionalmente, el viernes por la noche, cuando facilitó un parte médico sobre la situación de Sharon.

Eso sí, antes de dar el parte, Mor Yosef explicó a los periodistas que el Hadasa siempre respetaba el descanso del shabat, aunque en este caso iba a hacer una excepción habida cuenta de que había muchos israelíes no religiosos que estaban siguiendo el estado del primer ministro a través de los medios de comunicación que se han congregado a las puertas del establecimiento sanitario.

Alto coste

La ruptura del shabat no es un asunto banal y puede costarle al hospital muchos millones de euros, ya que una gran parte de los donantes extranjeros, que en su mayor parte lo observan, pueden decidir suspender sus aportaciones puesto que no admiten que se viole este precepto divino, uno de los más consustanciales al judaísmo.

El shabat es la esencia y el espíritu de judaísmo y es la única festividad que se menciona en los Diez Mandamientos. La ley de Moisés dice también: «Piensa en santificar el sábado. Durante seis días trabajarás y estarás ocupado en tus menesteres, pero el séptimo es el día de descanso de tu Dios eterno: tú no harás ningún trabajo».

La observancia de este precepto religioso ha impulsado una técnica culinaria especial, que permite preparar una serie de platos calientes con veinticuatro horas de antelación y que pueden ser mantenidos al calor entre el viernes y el sábado en un horno de tipo panadero. Y todos se abstienen de trabajar... Es esencialmente una festividad familiar, de santidad, paz y felicidad.