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Los médicos deciden hoy si sacan a Sharon del coma al experimentar una ligera mejoría

Quieren saber el alcance de los daños cerebrales, aunque su posibilidad de supervivencia es alta

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Los especialistas del hospital Hadasa Ein Karem de Jerusalén que atienden a Ariel Sharon se reunirán esta mañana para decidir si despiertan al primer ministro israelí del coma profundo inducido en que se encuentra desde el miércoles. El director general del centro sanitario, Shlomo Mor Yosef, compareció ante los periodistas al término del shabat para dar el último parte médico, subrayando que el jefe del Gobierno ha experimentado en las últimas horas una «ligera mejoría» aunque su estado sigue siendo «grave» y «estable» y su vida corre «serio peligro».

Mor Yosef indicó que cuando se decida despertar a Sharon se hará de una manera «gradual», aunque la decisión definitiva la tomarán los neurólogos después de escuchar las opiniones de los especialistas de otros departamentos. «Como ustedes saben, una parte del tratamiento consiste en la sedación profunda. La decisión de cuándo se le debe despertar y examinar las distintas funciones de su cerebro se tomará durante la sesión matinal», explicó el responsable médico. «Como cualquier ser humano, nosotros somos optimistas, pero no podemos decir que el primer ministro está fuera de peligro. Su condición todavía es grave», insistió Mor Yosef.

Los neurólogos desconocen completamente cómo reaccionará el paciente de 77 años una vez que se inicie su despertar y , sobre todo, qué consecuencias tendrán las tres operaciones que ha debido soportar hasta ahora. Durante la mañana de ayer Sharon fue sometido a una nueva tomografía computada y se le midieron otros parámetros que indicaron que la presión intracraneal es normal dada su situación.

Una de las mayores preocupaciones de los médicos desde el internamiento del primer ministro han sido las hemorragias cerebrales si bien en las últimas horas parece que se han logrado contener.

Esperanzado

El jefe de los cirujanos que le atienden, Félix Umansky, se mostró esperanzado de la evolución aunque insistió en que no podía hacer un pronóstico puesto que Sharon continúa en un coma profundo inducido en la sala de cuidados intensivos, con respiración asistida y anestesiado. «Cuando hay una hemorragia cerebral siempre se causa algún daño pero todavía no podemos evaluarlo puesto que se encuentra anestesiado. Hemos de esperar hasta ver qué ocurre cuando reduzcamos la medicación que lo mantiene sedado, aunque sus posibilidades de supervivencia son altas», explicó Umansky.

Por su parte, el doctor Mor Yosef comentó que la parte izquierda del cerebro del dirigente político parece que no se ha visto afectada por el infarto, algo que sólo se podrá comprobar cuando se despierte.

La desaparición política de Sharon ha suscitado numerosas especulaciones sobre su sucesión. Todo apunta a que quien está mejor colocado es Ehud Olmert, que ahora está en funciones de primer ministro y que se perfila como nuevo líder de Kadima. De momento, todos los partidos han prometido cooperar con el sustituto provisional del jefe del Gobierno al fin de garantizar la estabilidad del país y las elecciones previstas para el 28 de marzo.

Sin embargo, no todo el mundo está seguro de la capacidad de Olmert, máxime cuando Israel es un país extremadamente complicado y su clase política se mueve permanentemente en un teatro inestable en el que influyen numerosos factores. En este sentido, algunos analistas recuerdan que Olmert fue el primer político de la derecha que defendió el plan de desconexión y retirada de la franja de Gaza y el que salió en defensa de Sharon cuando éste se enfrentó a su entonces partido, el Likud, contrario a la salida del territorio ocupado.

Las próximas semanas aclararán el sendero que toma Olmert, aunque se ha de recordar que en el pasado se ha mostrado partidario de llevar a cabo una retirada «significativa» de Cisjordania. La incógnita reside en cuál será su comportamiento como líder de Kadima y la respuesta que obtendrá de los electores dada su falta de carisma y de personalidad tan distinta a la del todavía primer ministro.