AGUSTÍN GARCÍA LÁZARO DEFENSOR DE LA CIUDADANÍA

«No es un partido, trabajamos desde la discreción»

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-¿Cómo funciona la Oficina del Defensor de la Ciudadanía?

-La Oficina del Defensor de la Ciudadanía de Jerez pretende fomentar un mecanismo para que los ciudadanos puedan plantear quejas, demandas y peticiones de mediación. Son problemas en los que el Ayuntamiento no actúa bien, se falta a determinados derechos o no responde. En definitiva, se pretende servir de puente entre esa disconformidad y la administración local. Estamos abiertos también cuestiones de otras administraciones que no son la local, pero sólo podemos hacer determinadas gestiones.

-¿Cómo ha sido la acogida?

-Es complejo darse a conocer y más aun desde la discreción en la que tiene que trabajar una institución como la nuestra. No es un partido político más, una pancarta más que poner diariamente, sino que trabajamos con problemas individuales y deben tener un eco público limitado, aunque los ciudadanos quieran dar a conocer por su cuenta el trabajo hecho, ya sea positivo o negativo, pero no puede ser el titular de un periódico. Trabajamos desde dentro y si sale a la luz pública no depende de nosotros. Nuestro trabajo tiene que estar en un segundo plano. Nos hemos dado a conocer de una manera lenta, pero progresiva, aunque hay que decir que nos sobra la faena y que son muchos los ciudadanos que acuden a la oficina. .

-¿Alguna anécdota?

-Hechos anecdóticos siempre hay, pero muchas de ellos tienen nombre y apellidos. Del año 2005 destaca la retirada de restos de un caballo que llevaba muerto más de tres meses. Todas las administraciones se lavaban las manos porque estaba en terrenos de Renfe. El caballo se llegó a acartonar antes de que pudiéramos resolver el problema porque el Ayuntamiento tenía algunas competencias, pero no todas. Al final accedió a retirarlo. Pero se da uno cuenta de lo compleja que es a veces la burocracia de las administraciones y que actúen de forma coordinada.