OPINIÓN

Utopía

Un lugar encantador e irrepetible porque Miguel Ángel Fernández personalmente lo animaba desde que abrió sus puertas en 2006

Transcurrió su vida atrapando utopías hasta que su quebradiza salud dio por terminada una travesía plena de aventuras y de conocimientos. Miguel Ángel Fernández falleció sigilosamente en su último refugio, fue el 17 de febrero de 2017 en una modesta vivienda en la larga avenida que recorre la barra litoral que ocupa el ensanche de la ciudad vieja de Cádiz. Solo sus amigos mas íntimos conocieron entonces la pérdida de tan entusiasta animador del arte y la cultura de nuestra época. Algo más tarde, los días 21 y 22 de abril se le rinde homenaje en el Hotel Utopía, su último invento, un establecimiento fantástico que tal vez resumía sus sueños y anhelos mas profundos, situado precisamente donde estuvo la choza del anciano anarquista Curro Cruz, más conocido como 'Seisdedos', en la cual se refugió un pequeño grupo rebelde, cuando el 12 de enero de 1933, efectivos de la Guardia Civil y de la Guardia de Asalto tomaron la población gaditana de Casas Viejas para reprimir una revuelta anarquista que se había desencadenado como consecuencia de la insurrección propuesta por la CNT que ya había fracasado en el resto del país. Allí murieron calcinados los insurrectos, y además fueron fusilados otros campesinos de la pobre aldea hasta un total de 28 personas.

Miguel Ángel Fernández nació en León en 1948, pertenece pues a esa generación que cumple los veinte años durante el seísmo social que en torno a mayo de 1968 atraviesa el mundo desde California, México y Praga hasta París, donde se vive una revuelta antiautoritaria y creativa cuyos destellos ilusionaron a los jóvenes españoles de ese tiempo y de la cual él participa pues frecuentaba la capital francesa ya de muy joven. La experiencia parisina marca una trayectoria contestataria, erudita, fecunda y apasionada. En la Universidad de Madrid estudia Ciencias Políticas y Periodismo. Tras su experiencia en la Cadena Ser, 'La Gazeta del Arte' y Televisión Española, funda en 1974 la galería de arte Multitud, epicentro de la intelectualidad progresista, con un notable impacto en la crítica de arte, en la historiografía y en las instituciones, llegando a ser espacio alternativo y plataforma reivindicativa de una nueva conciencia en el mundo de las artes plásticas, como se testimonia en la exposición organizada por el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid en 1995, como parte del ciclo “Plataforma de la Vanguardia en España”.

Trabaja como asesor creativo y de comunicación en la Expo 92 de Sevilla, donde idea un sistema de cine gran formato. Tras otras muchas tareas, que pasan por las de guionista, realizador o director, para casi 300 películas, documentales y programas audiovisuales, se embarca en su última utopía, ese espacio mítico, que en principio se iba a llamar 'La Libertaria', para albergar los usos de: hospedaje, restaurante, noches musicales y de cabaret; y sobre todo, el mejor museo que se ha conocido acerca de nuestra historia republicana (1931-1939). Un lugar encantador e irrepetible porque él personalmente lo animaba desde que abrió sus puertas en 2006 con la colaboración de personajes con la talla de José Andrés, Ferran Adriá y Juan Mari Arzak en la cocina; Mikel Erentxu, Javier Krahe, Wyoming o Javier Ruibal en un escenario donde él ejercía como director de pista. Muchos de ellos participaron en aquella despedida que precedió el cierre de tan entrañable lugar, el cual sin Miguel Angel resultaría imposible; si bien unos nuevos propietarios lo han vuelto a explotar de forma más convencional.

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