Opinión
Los reyes del mundo
Hay sujetos que su mundo es un tapete real de juego. Tal que si estuvieran jugando a batallitas en grandes papeles dibujados de países irreales, con tanquecitos y soldaditos de juguete
Buenas razones no son suficientes para que la obras sea amores. Corren tiempos donde nos creemos todo lo que dicen. Los canales interesados, convierten la actualidad en urgencia y visten las verdades con gruesos papeles maché que se diluyen con la lluvia del tiempo. Todo ... aparenta ser intranquilo y falaz. Contar la realidad no significa que sea veraz, posiblemente lo será con el dictamen del tiempo, por lo que debemos suponerla presunta y cambiante.
Me refiero con este preámbulo, a las decisiones para parar las guerras, que asedian como bulliciosos mercados medievales del poder. Una manoseada e incómoda visión de humos, dimes y diretes por apagarlas, nos hace ver lo que posiblemente sea, pero, hasta olvidar lo que ha sido. Valorando, siempre en mi opinión, más prudentemente las decisiones que los grandes señores de las guerras están tomando para ralentizarlas, se me antoja un mundo como poco interesado y sarcástico. Ya no es tanto la devolución de vivos, sino lo peor, de muertos, que suponen contradictorios certificados de los malvados destinos antes decididos por ellos. Los pactos de paradas eventuales de las contiendas no serán ni validos ni duraderos. Que si, que solo parar las bombas ya es un logro, pero eso no debe olvidar el daño y sus causas para no repetirlas, que es para mí lo más preocupante. Y las bombas siguen con la mentira, y no es pesimismo sino constatación continua, que es la moneda de cambio de estos tiempos.
Hay sujetos que su mundo es un tapete real de juego. Tal que si estuvieran jugando a batallitas en grandes papeles dibujados de países irreales, con tanquecitos y soldaditos de juguete, que nos hacían de niños más importantes cuanto mejor calculábamos las distancias. Esos individuos, por llamarles algo, están destrozando los principios y valores que nos han llevado hasta esta época de relativo progreso y estabilidad. Temo que se acerquen espacios donde haya un suave o abrupto precipicio, descaradamente propiciado, si antes no derrocan a los reyezuelos, y ya se acercan sus «Bastillas». Salud
Ver comentarios