opinión
El fuego purificador
Ahora son varias semanas con un intenso calor que pone mesa y mantel a los fuegos
No hay monstruo más despiadado que un fuego alimentado por la desidia, la maldad y el viento. Hablábamos de las generosas lluvias de marzo que aumentarían embalses y una flora gustosa de comer. Las hierbas crecieron tanto que olvidamos su conversión en suculento pasto para ... los incendios. Sabíamos perfectamente el riesgo que corríamos, si no reducíamos la posibilidad de los desastres que suprimirían mil historias de vivir, fundiéndolo todo a negro.
El clima entre glaciaciones, nos va a tener enredados en calores más tiempo del que creemos. No son días sueltos donde los termómetros se disparaban como puntual pólvora. Ahora son varias semanas con un intenso calor que pone mesa y mantel a los fuegos. Unos por la infame mano de quienes quieren cobrarse venganzas familiares o disuadir al turismo. Otros por los imposibles reflejos de cristales, rayos, o inexpertas y dañinas barbacoas. Lo cierto es que vendrán cada vez más candelas con largos levantes o ponientes, y serán más difíciles de extinguir.
Cuando en Arquitectura surgieron normas contra incendios, se crearon aquello de los sectores y nos obligaron a los arquitectos a colocar puertas contraincendios para evitar el paso del humo y detrás suya el fuego. Siempre critiqué la creación de esas barreras cercanas, que impiden ver el riesgo inminente para poder atajarlo cuanto antes. Ahora ocurre igual. Las matas de los bosques a los que no se entra por prohibición de cotos, la ultraecología, o los robos de algo que alguien necesita, hacen que no podamos controlar suficientemente ese dramático y mortal peligro.
No sé si un Plan de Emergencia Nacional continuo podría hacer algo, movilizando a más bomberos y UME, insuficientes y nada reconocidos, ante el crecimiento exponencial de tanta llama. Quizás necesitemos un fuego purificador que queme muchas incompetencias, pirómanos y zafias apariciones políticas, que nos distraen de nuestra auténtica naturaleza. No hay miedo a que te cojan con un mechero en el monte, y si te cogen como en todo, no ocurre nada. Salud.
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