Opinión
300 años de Torcuato Cayón
Su vida estuvo asistida de un gran talento en la transición compleja entre el Barroco al Neoclasicismo
Tendemos por aquí a hurtar memorias generosas con la gente que, naciendo por Cádiz, han hecho muy buenas obras por la provincia. Uno de ellos es Torcuato Cayón de la Vega, arquitecto nacido hace 300 años y un día en Cádiz, fallecido en San Fernando ... en 1783. La conmemoración realizada por el Colegio de Arquitectos de Cádiz en el Día Mundial de la Arquitectura, restituye la significación y necesidad de seguir estudiando su preclara figura y amplia producción de primerísima calidad.
El nombre de Torcuato Cayón va unido a muchos nobles edificios de la provincia como: la Catedral Nueva, San José, Santa Cueva, Cárcel Real, el urbanismo entre las Catedrales, o Valcárcel, en Cádiz; en San Fernando su grandioso Ayuntamiento, la Plaza Real y sus viviendas, San José, San Pedro y San Pablo; en Puerto Real: el Mercado, San José, San Sebastián; en Chiclana San Juan Bautista y Santa Ana. Y así muchos dignos ejemplos. Sus obras, suponen lo mejor de la Arquitectura del XVIII en las ciudades de nuestro entorno. Fue el excelso autor de aquella época.
Su vida, estuvo asistida de un gran talento en la transición compleja entre el Barroco al Neoclasicismo. Una intuitiva inteligencia navegando entre las estrictas formas de la Academia de San Fernando, ante la «fealdad» de lo barroco y rococó hacia el nuevo estilo. Fue la época de un nuevo Manierismo a la inversa, hacia formas más clásicas y austeras.
Su ahijado y discípulo: Torcuato Jose Benjumeda y Laguada, heredó esta magnífica sapiencia y oficio, terminando los edificios del maestro. Honremos la memoria de Cayón, no con una mínima calle en la Bda. de la Paz, que nadie conoce, sino que, junto a Vicente Acero que la tiene donde hubiera ido el grandioso sagrario de su magnífico proyecto para la nueva Catedral, en otra más cercana a sus mejores edificios. Su continuador Benjumeda, ni la tiene. Según muchos historiadores, ambos fueron los mejores arquitectos neoclásicos de Andalucía. Si olvidamos lo mejor que hemos tenido, solo nos quedará intolerancia y falta de respeto, como ahora. Salud.
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