OPINIÓN

El fanatismo de redes

¿Qué se puede esperar si el Ministro de Transporte y «X» Óscar Puente se dedica lanzar mofas sobre los incendios de Castilla y León en redes? Un ministro que debería dedicarse a solucionar los problemas de Renfe

Lástima que se hayan perdido ciertas costumbres arcaicas ya que hay días que uno tendría ganas de usar una guillotina (virtual) para cortarle los dedos a nuestros políticos antes de que escriban o hablen. Y vale para todos los partidos políticos y sus fanáticos —los ... partidos políticos, como los equipos de futbol, tienen sus aficionados radicales— que llenan las redes sociales de estupideces varias.

Lo hemos sufrido con los incendios en la Mezquita de Córdoba, con anticatólicos alegrándose y anti musulmanes con lo mismo. Y ya de paso, sacando la ley de Aznar para defender que la Iglesia se apropió de la que es su catedral en Córdoba desde el siglo XIII. Ya se sabe: los todólogos. Esos que cuando se quema la Sierra de Plata (acá Bolonia) saltan con que le ha prendido fuego el PP para recalificar los terrenos con el apoyo del «alcalde» (sic) de Zahara. Por supuesto, desconocen que hay una ley estatal que lo prohíbe, que Sierra Plata forma parte del Parque Natural del Estrecho y que Zahara (por más de moda que esté) no tiene alcalde ya que no es municipio: es una entidad local autónoma y, por tanto, lo que tiene, es Junta de Vecinos.

Pero ¿qué se puede esperar si el Ministro de Transporte y «X» Óscar Puente se dedica lanzar mofas sobre los incendios de Castilla y León en redes? Un ministro que debería dedicarse a solucionar los problemas de Renfe (podría empezar limpiando a los colocados a dedo por sus colegas) y que tuitea desde la playa mientras un tren camino de Cádiz vuelve a pasarse horas parado en mitad de la nada.

Renfe, con Puente a la cabeza, se ha convertido en la metáfora de lo que tenemos: un equipamiento que hasta hace poco era el segundo más puntual del mundo. Capaz de hacerte cruzar España de punta a punta sin problemas, con rapidez y tranquilidad, pero en el que meten sus manazas para reventarlo; mientras el Superintendente Puente se dedica a rajar y llorar cuando le afean los actos. Eso sí, por el camino, colocan a la hermana de fulano y a la fulana de mengano.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios