OPINIÓN
'Romería': en busca de la identidad y la memoria
'Romería' es mucho más porque refleja a toda una generación y en particular, a todos aquellos que sufrieron la plaga de la heroína, una droga que acabó con miles de jóvenes
Las islas Cíes están a poco más de cuarenta minutos en barco, desde Vigo. Lo difícil en verano es encontrar plaza porque hace ya varios años que se establecieron cupos de visitantes para preservar un entorno natural de enorme belleza. En los ochenta no existían ... esas limitaciones , no vivíamos años de turismo masivo que pudiera deteriorar el medio ambiente. Carla Simón nos lleva a ese entorno para tratar de conocer la historia de sus padres y, en particular la de su progenitor, vigués de nacimiento, al que no conoció.
La directora catalana sitúa su última película «Romería», tras el éxito que obtuvo con «Verano 1993»(2013) y «Alcarrás»(2022), en la ciudad de Vigo y en su entono para tratar de encontrar sus orígenes, conocer a su familia paterna y saber exactamente que ocurrió con su padre.
Antes de su estreno este viernes, cinco de septiembre, ha habido preestrenos y pases en Barcelona, Madrid y Vigo , donde he tenido ocasión, aprovechando las vacaciones veraniegas de asistir a su presentación y a la enorme expectación que existe en Vigo por ver la película.
En «Romería», Carla Simón reconstruye su pasado y nos muestra a la joven decidida y dispuesta a conocer que ocurrió con su padre fallecido cuando era niña. La debutante Llucía García, clara candidata al Goya a actriz revelación, interpreta con naturalidad y decisión a Marina, la joven de 18 años que se desplaza de Cataluña a Vigo para conocer a sus tíos, primos y abuelos que, nunca se interesaron por ella.
Desde dos planos diferentes la narración nos muestra a la protagonista en 2004 conociendo el mundo al que no tenía acceso y al mismo tiempo intercalando esa actualidad con el pasado que vivieron sus padres en los ochenta. Carla Simón cierra su trilogía construyendo su universo más personal a partir de los recuerdos de su familia porque no conoció a su padre y era niña cuando murió su madre. Sólo, ha contado, guarda cuatro fotos de sus padres, un video , una cinta super ocho y las cartas que, reconoce, la fascinan porque oye hablar a su madre y es el contacto más directo que ha tenido con ella. Esa memoria la de los relatos familiares, las fotografías o las cartas y no la de las experiencias vividas es la que nos trasmite Carla Simón con un arranque plenamente realista y un desarrollo alegórico que recrea la agridulce historia de amor de los padres de la protagonista.
Pero, «Romería», es mucho más porque refleja a toda una generación y en particular, a todos aquellos que sufrieron la plaga de la heroína, una droga que acabó con miles de jóvenes. Ocurrió con sus padres que acabaron enfermando de sida, una enfermedad tabú y mucho más en aquellos años en que no se había investigado lo suficiente y los contagiados eran tratados como apestados.
Marina pregunta y pregunta y filma y filma porque no quiere que quede oculto para siempre el pasado de sus padres . «Romería» es todo menos una postal de Vigo y su entorno, aunque hay imágenes y momentos que trasmiten enorme belleza apoyados en unos actores reconocidos como Tristán Ulloa, Janet Novás, Myriam Gallego o José Ángel Egido
En «Romería», Carla Simón deja el mundo rural y alejado de la ciudad de «Verano 1993» y «Alcarrás» para sumergirnos en el mar, en ese océano Atlántico que baña la costa gallega y del que tanto se sabe en Cádiz. La cineasta es ya una voz firme de nuestro cine que encara el futuro sin renunciar al pasado., a la memoria que todos guardamos.
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