Papeletas electorales para la primera vuelta de los comicios presidenciales de Francia
Papeletas electorales para la primera vuelta de los comicios presidenciales de Francia - AFP

Así son los principales candidatos a la Presidencia de Francia

De extrema derecha a extrema izquierda, Marine Le Pen, François Fillon, Emmanuel Macron y Jean-Luc Mélenchon concurren a los comicios que se celebrarán el domingo 23 de abril

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  1. Emmanuel Macron

    Emmanuel Macron, candidato a la Presidencia de Francia
    Emmanuel Macron, candidato a la Presidencia de Francia - AFP

    Emmanuel Macron (Amiens, diciembre 1977), candidato a la Presidencia de Francia, de ideología de centro izquierda, posee una curiosa biografía.

    Nacido en el seno de una familia de la alta burguesía de provincias, conoció a la mujer de su vida, Brigitte Trogneux, cuando todavía era menor de edad. Ella, profesora de letras en un liceo de élite, en París, también era una burguesa de provincias, casada y veinte años mayor que él, madre de dos hijos.

    El joven estudioso y la brillante profesora pasaban los fines de semana y las vacaciones en el Touquet, la primera de las playas parisinas, centro de ocio y recreo de una cierta burguesía muy acomodada, donde las familias de Macron y Trogneux poseen grandes residencias. El jovencísimo Macron y la señora burguesa terminaron muy pronto en un lecho amoroso, en París, en Amiens y el Touquet. Esa relación amorosa entre un estudiante y una madre de familia acomodada, profesora de literatura, con hijos mayores, terminó precipitando el divorcio entre la señora y el padre de sus hijos.

    La relación entre el futuro ministro y su antigua profesora se prolongó durante varios años, hasta que la pareja decidió contraer matrimonio, por razones íntimas y profesionales. Los amantes se conocieron cuando él era menor de edad y ella trabajaba como profesora en un liceo público. Con los años, ella cambió el liceo público por un instituto católico próximo al episcopado, donde las aventuras de las madres divorciadas, con hijos mayores, no acaban de encajar muy bien en el currículo oficial.

    Tras bastantes años de amor irregular, Emmanuel Macron y Brigitte Trogneux decidieron contraer matrimonio cuando los hijos de ella se disponían igualmente a casarse. De ese modo, el nuevo ministro se convirtió en abuelo, muy prematuramente, al filo de los treinta años, cuando su carrera profesional también había cambiado de rumbo en varias ocasiones.

    Gran lector de filosofía, pianista aficionado, estudioso, brillante, Macron llegó a afiliarse al PS a los 24 años. Pero fue expulsado rápidamente: sus ideas económicas chocaban con la dirección socialista. Macron cambio el PS por la Banca Rothschild, donde llegó a realizar varias operaciones aparentemente sustanciales, como banquero de negocios.

    Banquero «socialista», Macron guardó buenas relaciones entre algunos patriarcas socialistas, como Michel Rocard, antiguo primer ministro, y Jacques Attali, antiguo consejero de François Mitterrand.

  2. Jean-Luc Mélenchon

    Jean-Luc Mélenchon, candidato a la Presidencia de Francia
    Jean-Luc Mélenchon, candidato a la Presidencia de Francia - AFP

    Jean-Luc Mélenchon (Tánger, agosto de 1951) puede relegar al PS a un humillante quinto puesto en las elecciones presidenciales del 23 de abril y el 7 de mayo próximos, precipitando una «guerra civil» fría entre las izquierdas francesas.

    Nieto de abuelos españoles (murcianos y valencianos), hijo de padres franceses afincados en Tánger, Mélenchon entró muy joven en el PS de François Mitterrand, cuando el primer presidente socialista desde el Frente Popular conquistó el poder (1981) prometiendo la «ruptura con el capitalismo».

    A partir de ahí, Mélenchon escaló todos los cargos de un burócrata disciplinado, senador y ministro en varios gobiernos socialistas, hasta que decidió romper con el PS, el 2014, creando una coalición de izquierda radical, el Frente de Izquierdas (FdI). Candidato desafortunado a la elección presidencial de 2012, Melénchon se ha convertido en la estrella emergente de la izquierda radical y el populismo de izquierdas, en la recta final de la campaña en curso, al frente de una nueva coalición, «Francia insumisa», donde se han integrado comunistas, ecologistas y grupúsculos de extrema izquierda.

    Según los últimos sondeos, Mélenchon («Jean Luc», como lo tutean sus militantes) tiene hoy 19 % de intenciones de voto, cuando el candidato oficial del PS apenas llega al 8,5 %. Se trata de una catástrofe histórica para el socialismo francés y de una venganza personal que Mélenchon saborea con su lengua viperina de orador truculento.

    El programa de Mélenchon es muy sencillo y simplista: contra la UE, contra la zona euro, contra la OTAN, contra la mundialización liberal, contra el socialismo de Hollande… y con ese programa de izquierda radical y populista está recogiendo los votos de los decepcionados del socialismo gubernamental, del ala izquierda del PS, de los distintos izquierdismos comunistas.

    Allí donde el candidato oficial del PS, Benoît Hamon, es víctima del descrédito de Hollande y su gobierno socialista, Mélenchon recoge las «rentas» de una retórica incendiaria y demagógica, con un éxito fulgurante.

    Mélenchon a humillar al PS, relegádole a un quinto puesto en la primera vuelta del próximo 23 de abril. Para él, se trata de una victoria espectacular, imponiendo en Francia un modelo populista de izquierdas genuinamente «nacional».

  3. Marine Le Pen

    Marine le Pen, candidata a la Presidencia de Francia
    Marine le Pen, candidata a la Presidencia de Francia - REUTERS

    Marine Le Pen (Neuilly-sur-Seine, 1968), madre de tres hijos, divorciada en dos ocasiones para vivir como pareja de hecho con un dirigente de su partido, ha transformado el Frente Nacional (FN, extrema derecha), fundado por su padre, Jean-Marie Le Pen, en el primer partido obrero de Francia, el tercero en importancia nacional en todas las elecciones presidenciales, legislativas y municipales del último quinquenio.

    Durante medio siglo largo, el FN de Jean-Marie Le Pen fue un partido de extrema derecha tradicional, muy vinculado a todos los grupúsculos extremistas de su tiempo, de carácter expresamente neonazi en muchas ocasiones.

    Elegida presidenta del FN en el congreso de Tours del 15 y 16 de enero de 2011, inició a paso de carga un giro al centro que tuvo réditos políticos inmediatos. Marine Le Pen comenzó por expulsar del FN a dirigentes o militantes expresamente neonazis. Sin abandonar nunca las tesis tradicionales de la extrema derecha francesa (salida del euro, cierre de fronteras, hostilidad radical hacia el liberalismo capitalista, etcétera), Marine —como la llaman los militantes de su partido— se convirtió en una estrella política con brillo propio.

  4. François Fillon

    François Fillon, candidato a la Presidencia de Francia
    François Fillon, candidato a la Presidencia de Francia - AFP

    Conductor de Fórmula 1, católico prácticamente (sin estridencias), euroescéptico realista, antiguo diputado más joven de Francia, anti multiculturalista activo, casado con una discretísima inglesa conservadora, François Fillon (Le Mans, marzo de 1954, 62 años) es una síntesis bastante canónica de todos los conservadurismos franceses.

    Jovencísimo diputado conservador, comenzó su carrera ministerial (enseñanza superior, asuntos sociales, educación) con Jacques Chirac, un presidente cuyo conservadurismo «aleatorio» chocó muy pronto con el conservadurismo de «principios» de un Fillon que terminó rompiendo de manera brutal.

    Hostil a la Europa que comenzaban a «forjar» la pareja Mitterrand/Chirac, en torno al Tratado de Maastricht, Fillon militó durante unos años contra un europeísmo que amenazaba los intereses nacionales, a su modo de ver. Euroescéptico «razonable» o «realista», Fillon guarda un principio esencial: «La defensa de los intereses nacionales es la matriz de toda la diplomacia nacional».

    Cuando Nicolas Sarkozy decidió liderar la sucesión de Chirac, con un programa de «ruptura contra los conservadurismo de izquierda y derecha», Fillon se convirtió en su aliado privilegiado. Y «arquitecto», en parte, del proyecto político rupturista del primer Sarkozy, elegido presidente, el 2007, con un proyecto de «ruptura» muy semejante al programa Fillon de 2016. Primer ministro de Sarkozy, entre 2007 y 2012, Fillon fue un aliado fiel que, finalmente, decidió lanzar su propia candidatura a la presidencia de la República, contra Sarkozy y Juppé, que siempre lo «menospreciaron», hace dos años cortos.

    Finalmente, los franceses conservadores decidieron eliminar a Sarkozy, en la primera vuelta de la primera e histórica elección primaria de la derecha francesa, «culpable» de incumplimiento de una ruptura que vuelve a ser la matriz del programa político presidencial de François Fillon, liberal en lo económico y conservador en lo social/cultural.

    Los electores conservadores eliminaron a Sarkozy en la primera vuelta, cansados de su gesticulación permanente. Y eliminaron a Juppé en la segunda, por considerarlo demasiado «blando», demasiado «ecuménico», demasiado dispuesto al «diálogo» con la «Francia diversa» (multicultural). Ganador de la primera elección primaria de la derecha francesa, Fillon encarna una síntesis de todas las derechas francesas del último medio siglo, aunque un caso de corrupción ha complicado duramente su candidatura.

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