Macron propone un programa económico liberal sin fisuras

El exministro de Economía Emmanuel Macron, uno de los favoritos en las presidenciales de abril y mayo, anunció ayer un programa económico de corte abiertamente liberal, que combina rebaja de impuestos a las empresas -con el objetivo de «reducir en su mandato el desempleo del 10 por ciento al 7 por ciento»-, y recortes del gasto público para situar el déficit público en línea con las exigencias de Bruselas.

Macron aprovechó el «tirón» que le da su alianza con el centrista Bayrou, que ha anunciado públicamente su apoyo al disidente del socialismo francés. Emmanuel Macron y François Bayrou esperan que su alianza le permita al primero ganar la próxima elección presidencial, eliminando a François Fillon en la primera vuelta, el 23 de abril, y derrotando a Marine Le Pen en la segunda, el 7 de mayo.

Ambos escenificaron ayer su alianza en un acto informal con un brevísimo apretón de manos, acompañado de dos declaraciones de intenciones, pero sin programa común conocido hasta ahora.

Bayrou, presidente del Movimiento Demócrata, afirmó que hará «todo lo que esté en su mano» por el triunfo de su aliado. Mientras que Macron, presidente de «¡En marcha!», afirmó que se trata de un proyecto de «ir más allá» de las viejas familias de izquierda y derecha, proponiendo una alternativa progresista, equidistante, a su modo de ver, del centro izquierda y del centro derecha.

Aritméticamente, las cuentas parecen teóricamente exactas. Políticamente, mucho menos. Por el contrario, esta alianza confirma una transformación profunda del paisaje político nacional, dividido en cinco grandes familias antagónicas: extrema derecha (Le Pen), derecha (Fillon), centro (Macron), izquierda (Hamon, del PS) y extremas izquierdas (Mélenchon, Poutou, Jadot).

Según los últimos sondeos publicados por Les Echos y el semanario Paris Match, la extrema derecha de Le Pen sigue siendo el partido más votado en la primera vuelta. Con un 25- 27% de intención de voto, el Frente Nacional se confirma como la primera fuerza política nacional. Solo el sistema electoral a dos vueltas impide, por ahora, la elección de Le Pen a la presidencia. Con intenciones de voto que oscilan entre el 18 y el 20%, a favor del uno o el otro, según el día, el conservador Fillon y el social reformista Macron se disputan el segundo puesto. Tanto la eliminación del candidato conservador como la de Macron en la primera vuelta darían un vuelco sustancial al escenario político francés.

¿Será determinante el apoyo político de Bayrou para dar a Macron el empuje definitivo? Nicolas Chapuis, director del servicio político de «Le Monde» no lo tiene claro: «El apoyo de Bayrou no le permitirá conseguir nuevos apoyos, forzosamente».