David Delfín
David Delfín - Juan Manuel Serrano Arce

La firma de David Delfín le sobrevive

Gorka, Diego y Deborah Postigo quieren impulsar la firma para el próximo otoño

Madrid Actualizado: Guardar
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«Todos sabíamos lo que iba a pasar, pero cuando llega el momento te hundes. Sigo muy triste, tengo a David presente en todas las cosas que me rodean, hasta en el mural que me escribió en mi casa. La noche que murió yo estaba con Manuel Bandera, Alaska y Mario Vaquerizo en Valencia con la obra de teatro “El amor está en el aire”. Fue una noche larguísima. No sé ni cómo pude cantar. Después, nos quedamos en vela, en una terraza del hotel, recordando tantos momentos a su lado. Reímos y lloramos mucho, pero fue una suerte estar juntos y poder abrazarnos». Así recuerda Bibiana Fernández cómo encajó el fallecimiento de David Delfín, hace hoy una semana.

Ella era una más en el círculo de íntimos de David: no sólo sus amigos más cercanos, sino también los hermanos del diseñador malagueño, quienes viajaban continuamente a Madrid para estar cerca de él, y de María, la madre, muy delicada de salud. Desde hace cuatro meses, a este grupo se había unido el último amor de la modelo Bimba Bosé -fallecida el 23 de enero-, Charlie Centa, en quien la última pareja de David Delfín, el fotógrafo Pablo Sáez, ha encontrado una ayuda impresionante.

Pablo Sáez, su gran apoyo

Sáez siempre cumplió hasta el final con los deseos de David, quien quiso vivir los últimos meses de su vida con él en el piso de alquiler de la madrileña Plaza de la Marina Espoñola, una quinta planta sin ascensor. «La manera en la que Pablo se ha volcado con David es impresionante. Le subía y bajaba en brazos los cinco pisos y le ha tenido atendido en todo. Él era quien iba al hospital a por sus medicamentos y quien le daba todos los mimos. Es un hombre sensacional. A los ocho meses de enamorarse a David le detectaron los tumores en el cerebro tras sentir unos calambres en la mano. Desde entonces no se ha separado ni un momento», explica otra amiga de la pareja.

Lo cierto es que aunque el deseo de los familiares de David era tenerle en Marbella, en estos meses de enfermedad fue el diseñador quien siempre manifestó su intención de seguir en su casa hasta el final. Desde su domicilio ha ido supervisando todo lo que pasaba con su firma, incluso en el lecho del dolor. La marca, que nació con los tres hermanos Postigo (Gorka, Diego y Deborah) unidos con Bimba Bosé y David Delfín en la Sociedad Fourquet 17 S.L. sigue hoy en activo aunque con dos bajas fundamentales. Serán sus herederos los que continúen con una firma que no piensa morir. « Desde la enfermedad de David lo que se ha lanzado a la venta a través de la web y puntos de venta son versiones sobre clásicos de la casa. Las camisetas se han convertido en sudaderas y se han reeditado. David estaba al corriente de cada paso y miraba los diseños para dar su conformidad. Ahora se ha paralizado todo, pero el futuro es positivo en el sentido de que la marca Davidelfin seguirá funcionando. Habrá un impás hasta después del verano y no va a dar tiempo para desfilar en la pasarela de septiembre, pero en esa fecha se retomará todo y habrá decisiones», explica Macarena Blanchón, íntima amiga de David y responsable de comunicación. «Los dos últimos meses David ya no estaba para nada, pero hasta esa fecha revisó cada prenda. Desde la camiseta homenaje a Bimba a cualquier detalle», añade.

«Los Postigo quieren impulsar la firma para el otoño. No hay fechas marcadas, es un tema que aunque sabíamos que iba a llegar no hemos hablado hasta que pasara lo que tenía que pasar. Son asuntos que uno nunca quiere empezar a examinar porque hay un orden, y con David vivo no era el momento. Ha sido un proceso muy triste el que hemos pasado al lado de David y hemos sentido mucho dolor», dice.

El legado del creador

A sus 46 años y con grandes logros en la moda, David no deja una fortuna. «Tenía mucho por hacer aún. David vivía al día. Cuando cerraron la tienda fue una pena pero la crisis hizo mella. Él solía colaborar para otras empresas, con diseños de zapatos o bolsos, pero nunca tuvieron un grupo empresarial fuerte detrás respaldándoles», comenta. «David murió en paz y tranquilo. Tenía a toda su gente al lado y aunque estuvo luchando hasta el final porque no quería irse, en esa última fase se dejó ir. Los dos últimos meses han sido muy duros. La gran suerte es que no ha tenido dolores y por eso no ha requerido ni sedantes», recuerda con enorme tristeza. «David y Bimba crearon mucho amor a su alrededor y eso es lo que hace que estemos todos tan unidos. Queremos preparar con tiempo un homenaje a David y estamos empezando a hablar con algunas instituciones para ver cómo se organiza, imagino que ya será para después del verano», señala Blanchón.

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