El crimen del 'carnicero de Amsterdam' vuelve a dejar la marca de la violencia del narco en Cádiz

La fecha exacta de su muerte no ha trascendido pero su cadáver fue encontrado el pasado 15 de enero por una transeúnte en este camino rural y aislado con signos evidentes de que había sido asesinado . De un disparo en la cara y que le atravesó la cabeza. Se lo pegaron desde cerca con un calibre 22. Tenía señales de abrasión del impacto. Y además en su cuerpo se encontraron fragmentos de cristal. Quizá los de las ventanas del coche donde iba y a través de las que pudo recibir este tiro mortal.

El automóvil, que había sido alquilado en Málaga, apareció a unos nueve kilómetros de distancia del cuerpo sin vida de Ebrahim, en el Pinar de los Franceses, en la trasera de una nave de materiales. Lo habían quemado en un intento posiblemente de no dejar ningún rastro atrás y poder huir rápido y sin tener que atravesar todo el municipio, por la A-48. Este detalle no es nimio. De hecho a los investigadores les sorprendió que recorrieran tanto espacio para elegir el lugar donde quemar el vehículo. Se dieron cuenta entonces que podían estar ante unos 'auténticos profesionales'. La autopsia también reveló que la víctima había sido ejecutada sentada o de rodillas , algo compatible con que la muerte se produjera en estas mismas circunstancias.

Pues tras una complicada e importante investigación, bautizada como 'operación Stoom ', desarrollada por la Guardia Civil de Cádiz, esta semana se conocía que este frío crimen pudo estar firmado por sicarios. Gente que recibe el encargo de matar a otras.De ajustar cuentas. Han detenido a cinco personas, dos de ellos como los presuntos autores del asesinato, los otros tres por encubridores. Así los pasados 14 y 15 de junio se les detenía en Benalmádena, Alhaurín el Grande, Guadiaro, San Martín del Tesorillo y París (Francia) y se realizaban con autorización del juzgado de Chiclana que instruye el caso tres registros domiciliarios, donde se incautaron numerosos móviles, documentación y material informático «de gran interés» para los hechos investigados.

Al conocerse el hallazgo del cadáver en Chiclana la prensa holandesa ya comenzó a adelantar que el fallecido podía ser Buzhu. Conocido como 'De Slager', 'El carnicero', (porque su padre tenía una carnicería) se le relacionaba desde hacía mucho tiempo con el entorno criminal de Utrecht , incluso se le vinculaba a redes de exmilitares yugoslavos, pero sobre todo se le consideraba un testigo clave para haber puesto contra las cuerdas a Ridouan Taghi, el peligroso capo de la droga en los Países Bajos quien actualmente y tras haber sido detenido se encuentra preso en la cárcel de altísima seguridad de Vught, también conocida como el Alcatraz de los Países Bajos.

Estas mismas fuentes explican que Buzhu fue el primero en mencionar el nombre de Taghi a la policía en 2015 como narcotraficante y cabecilla de 'Los ángeles de la muerte', donde los ajustes de cuentas no eran en absoluto algo reservado solo para la ficción.

Al parecer su testimonio constituyó una prueba importante en la investigación de la operación '26 Koper' desarrollada en su país y cuyo objetivo era acabar con la mafia mocro holandesa , es decir, grupos de crimen organizado de origen marroquí y argelino que controlan el tráfico de hachís asentados entre Holanda y Bélgica, y que, como indican los continuos decomisos y arrestos, intentan extender su poder. Ahora también en el sur de España. Como a la Costa del Sol.

Pues Buzhu tuvo miedo. Sus peligrosos vínculos después de su declaración en el verano de 2015 en el que, según cuentan, señaló al capo, ya habían dejado de ser fiables. Entonces se refugió durante meses en Bélgica. Decía que le estaban siguiendo 'tres surinameses o antillanos', uno de los cuales reconoció, y que después fue el principal sospechoso de la '26 Koper'.

En 2016 caían algunos de sus 'amigos', un montenegrino entre otros, y además descubrió que su coche había sido balizado . Es decir, marcado, señalado, geolocalizado. Le continuaban siguiendo o eso fue lo que él mismo trasladó a los agentes antes de marcharse de su país. Incluso llegó a estar ingresado por problemas cardíacos en un hospital.

Y para encontrar una cierta paz, miró hacia España. Según explican las fuentes consultadas, la víctima se estaba dedicando desde hace un tiempo al tráfico de hachís entre la Costa del Sol, Holanda y Francia. Su desaparición se denunció precisamente en Mijas. Por lo que, a partir de aquí, planeó la seria duda de si realmente fue ejecutado como venganza por haber declarado contra el gran capo de la mafia o, sencillamente, por un nuevo ajuste de cuentas entre narcos. De hecho el presunto autor del disparo no tiene ninguna relación con la mafia holandesa.

Y aquí es determinante su último viaje. Un viaje que, según ha sabido este periódico, tuvo que ultimar en coche acompañado de precisamente uno de los detenidos. Uno de sus presuntos ejecutores y que ha sido apresado en Alhaurín. Ambos, alquilaron el vehículo en el aeropuerto de Málaga. El mismo coche que acabó calcinado en Chiclana. ¿Ypor qué llegaron hasta aquí? ¿A qué vinieron?

Pues según se sospecha, dentro de sus diversos y variados planes, la víctima a la que la propia Guardia Civil relaciona con el mundo del narcotráfico en el sur de España, estaba preparando un alijo por la zona , una droga que quizá tenía intención de llevar hacia Europa, a Francia, aprovechando sus contactos.

Los cinco detenidos por el crimen de Ebrahim Buzhu fueron trasladados a los cuarteles de Málaga y Cádiz, posteriormente, para pasar a disposición judicial. El juzgado ha decretado la prisión provisional para dos de ellos, por su presunta participación directa en la muerte, mientras los otros tres, un hombre y dos mujeres han sido puestos en libertad con cargos por haber proporcionado presuntamente cobertura logística para los detenidos. A los dos primeros se les imputan los delitos de asesinato, pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas y daños.

La 'operación Stoom' ha sido realizada por el Equipo de Delitos Contra las Personas, de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, de la Guardia Civil de Cádiz, contando con el apoyo de diversas unidades de las comandancias de Cádiz, Algeciras y Málaga además de la Unidad Técnica de Policía Judicial y Grupo de Acción Rápida. La investigación ha estado tutelada por la titular del Juzgado Mixto nº 1 de los de Chiclana y coordinada con la Fiscalía de Cádiz. A nivel internacional se ha contado con la cooperación de las autoridades judiciales y policiales de Francia y Holanda.