INDUSTRIA

Airbus plantea el cierre de la planta de Puerto Real

El CEO de Airbus Operaciones, Michael Shöllhorn, avanza que es necesaria una solución para una factoría que no es competitiva y dice que son incompatibles dos fábricas en la Bahía de Cádiz

Una de las últimas protestas desarrolladas en la planta de Puerto Real LA VOZ

Javier Rodríguez

La factoría de Airbus en Puerto Real está sentenciada de muerte. El CEO de la división civil de Operaciones, Michael Shöllhorn, ha trasladado al comité intercentros de la compañía en España la necesidad de tomar una solución definitiva con una planta que «no ha sido ni será competitiva». Ante esta situación, el alto ejecutivo de Airbus destaca que son incompatibles dos plantas en la Bahía de Cádiz . LA VOZ ha podido saber que Airbus anunciará el próximo abril la reestructuración de la compañía en Europa como consecuencia de los efectos de la pandemia y será entonces donde, probablemente, se exponga el futuro de la factoría puertorrealeña.

El CEO ha invitado a los representantes de los trabajadores a buscar la mejor solución y a no perder el punto de vista industrial y de futuro. La dirección de Airbus sostiene que puede haber soluciones que garanticen la mayor parte de la carga de trabajo en Cádiz y que mantengan el empleo pero ve muy difícil esta posibilidad con la actual situación y con las cargas de trabajo existentes. Insiste la dirección en que dos factorías son inviables.

Ante estos comentarios, los representantes de los trabajadores han señalado que «estamos en completo desacuerdo con su análisis. Si bien somos conscientes de la actual situación y de las dificultades existentes, creemos que pese a posibles discrepancias hemos sido plenamente responsables y hemos realizado un ejercicio de coherencia y transparencia en beneficio de nuestra industria y el mantenimiento de las plantas españolas y el empleo, además hemos sido capaces de involucrar a la administración española, alcanzando acuerdos como hacía 20 años que no se veían en nuestra empresa».

Este anuncio del CEO de Operaciones de Airbus se produce dos semanas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el máximo responsable de la compañía aeronáutica, Guillaume Faury, mantuvieran una reunión en Moncloa para pactar un plan de rescate para el sector aeronáutico español. Se trata del plan de ayudas anunciado en julio de 2020. En aquella reunión, Faury pidió que se impulsara desde el Ministerio de Defensa la compra de aviones militares y que se pusieran en marcha ayudas dirigidas a relanzar la actividad comercial, es decir, que las aerolíneas pudieran tener actividad para necesitar renovar su flota. La dotación del denominado Plan Tecnológico Aeronáutico ( PTA ) sería de 185 millones de euros hasta 2023.

Así, representantes de los ministerios de Industria, Trabajo y Defensa, la SEPI, CC.OO., UGT y la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE), acordaron dar luz verde a un Plan de Choque para el sector aeronáutico nacional a fin de mantener las capacidades productivas y el empleo en este sector estratégico para el tejido industrial español. El Plan es el resultado de un intenso trabajo de colaboración entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos para proteger a un sector estratégico que se ha visto afectado por la crisis generada por la pandemia. El Plan define seis ejes de actuación: modernización de las plantas de producción, un fondo de apoyo a la cadena de suministro, un marco presupuestario estable, inversiones en I+D+i, apoyo a la formación profesional, y un compromiso por el empleo.

Sin embargo, este plan encerraba también algunos sacrificios. De hecho, Airbus ya había anunciado con anterioridad la necesidad de suprimir 1.500 puestos de trabajo en España ante la caída de la demanda de aviones civiles. Para ello, pactó con CC OO, un plan social con el ánimo de favorecer salidas no traumáticas, pero las expectativas no se han cumplido y sigue un excedente de mano de obra de 617 trabajadores en el área de Operaciones-Civil y de 154 en la división de defensa.

El anuncio que hace ahora el jefe de Operaciones de Airbus supone el cierre de la factoría puertorrealeña después de 30 años de historia. La planta gaditana es la encargada de fabricar los estabilizadores de cola del A350 y del A320 .

La clausura de la planta de Puerto Real se puede advertir que era la crónica de una muerte anunciada. El sindicato UGT fue el primero en denunciar hace un año su desmantelamiento progresivo. La cancelación en 2020 del programa del superjumbo A380 dejó a la planta tocada y con dos naves vacías. El último episodio se vivió a finales de enero cuando Airbus planteó el traslado de 50 montadores de la factoría de Puerto Real a la factoría sevillana de San Pablo para cubrir así las bajas incentivadas que se estaban produciendo en la planta hispalense.

La situación de la planta de Airbus de Puerto Real ya venía enquistada. Junto con la de El Puerto, ubicada en el parque Tecnobahía, está considerada como «no esencial» para la compañía. De hecho, El presidente de Airbus Operations en España, Manuel Huertas , defendió el pasado diciembre el recorte de plantilla que la compañía tiene previsto llevar a cabo este año en las plantas del país porque es «una cuestión de garantizar la supervivencia » de la empresa, adaptándola a la reducción de la demanda provocada por la pandemia de coronavirus, que ha supuesto un fuerte varapalo para todo el sector aeronáutico mundial.

Huertas manifestó entonces sobre la planta de Airbus de Puerto Real, que «ya tenía una situación complicada antes de la pandemia». En dicha planta, donde se producían los A380 que Airbus ha dejado de fabricar, se ha producido una situación «muy débil», agravada por la pandemia, aseguró en su comparecencia Manuel Huertas.

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