EN PIE. Los aficionados ofrecieron un caluroso homenaje a Zinedine Zidane. / AP
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El Real Madrid no es capaz de pasar del empate en la despedida de Zidane

Un Santiago Bernabeú abarrotado ovacionó durante todo el partido al astro francés, que dijo adiós a la afición marcando el segundo gol de su equipo Los blancos deben ganar ante el Sevilla para asegurar el subcampeonato

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Real Madrid y Villarreal se sumaron al homenaje a Zidane con un entretenido partido, repleto de goles, ocasiones y alternativas, pero de esos que atentan contra el buen método defensivo. Pudo ganar cualquiera y al final terminó con un empate que permite a los blancos seguir segundos y depender de sí mismos en la última jornada.

El francés, aclamado por su hinchada de principio a fin, acabó embargado por la emoción y con los ojos humedecidos, pero antes volvió a dejar otro detalle de gran clase con el testarazo sutil e inteligente, a pase de un Beckham inmenso en todos los centros.

Quizá, el Madrid completó la mejor primera media hora de la temporada. En ese lapso pudo marcar tres o cuatro goles, pero sólo anotó uno. Fue un golazo, ciertamente, ya que la espectacular volea de Baptista rubricó una excelente combinación en la que participaron Robinho y Raúl. Pero el Villarreal se salvó milagrosamente y resurgió poniéndose por delante en el marcador porque el Madrid se lo permitió. La reanudación se asemejó al inicio, con nítido dominio merengue y un Villarreal timorato, a verlas venir. Raúl, corajudo, quiso reactivar al ya desanimado Bernabéu y a sus compañeros. También Beckham, que halló una autopista por la derecha y volvió a sacarse de su chistera centros extraordinarios. Robinho cabeceó al palo antes de que Zidane, no podía ser otro, acertara al rematar bombeado lejos de Barbosa. Era su adiós pero apenas lo celebró. Quizá se imaginaba que la fiesta terminaría con dificultades. Un penalti de Sergio Ramos y el posterior gol de Forlán pudo ser la derrota local. Lo evitaron el cabezazo posterior de Baptista un paradón de Iker a tiro de Riquelme y el desvió de la madera de otro disparo de Roman. Acabado el choque, todo el protagonismo fue para el mago 'Zizou'.