CRISIS

El PSOE hace oficial «la ruptura» total en su dirección provincial y en Diputación

La secretaria de Organización, Araceli Maese, comparece para calificar de «bochornosa» la situación y achacar la rebelión «por los sillones» a los que «no perdonan» que Irene García sea «mujer y joven»

Irene García (izqda) y Susana Díaz (centro), en una visita de esta última a San Fenando el pasado abril. A. Vázquez

P. L. Gragera

Hace casi 15 años, el expresidente andaluz Pepe Griñán dejó caer durante una visita aquello de "Cádiz-Herzegovina" . Lo dijo mientras llegaba a una sede socialista tras la enésima trifulca interna de los dirigentes de la provincia ante cualquier proceso de renovación orgánica. Un micrófono abierto captó de forma accidental, o no tanto, aquella frase que ha quedado como lema de la hartura ante unas diferencias que reaparecen de forma crónica sin más motivación que el reparto de poder local o provincial y de las decenas de mensualidades que comporta en distintos puestos, en ayuntamientos o diputaciones.

Más de una década después, el partido parece incapacitado para aprender y vuelve a reincidir en aquellos viejos espectáculos de familias enfrentadas , ataques públicos entre compañeros de formación (incluso de Gobierno en Diputación y de Ejecutiva Provincial), reproches constantes, maniobras para alterar censos de afiliados... Vuelven los mismos errores que un inevitable cambio generacional y el ya largo rodaje de la -imprescindible- democracia interna deberían reducir o eliminar.

Araceli Maese, secretaria de Organización en la dirección provincial del PSOE y -por ubicar entre los bandos- mano derecha de Irene García compareció ayer ante la gravedad, o aparatosidad, de la crisis del partido. Oficialmente, como organización, calificó la situación de "bochornosa" después de que la propia García y Ruiz Boix (presidenta y vicepresidente de la Diputación por el PSOE) hayan cruzado acusaciones de inflar censos antes de votaciones internas .

Ambos líderes afirman (el alcalde de San Roque lo hizo en primer término) que la otra parte ha incrementado de forma artificial e interesada el número de inscritos para poder ganar procesos internos recientes o venideros , como el vivido el pasado 26 de septiembre o el del próximo Congreso Provincial . Es decir, se acusan de apuntar a fieles de forma precipitada para ganar elecciones internas que les pueden convertir en secretarios generales del PSOE provincial, presidentes de Diputación...

Maese afirma que estas acusaciones públicas, estas disputas, responden a un "modelo fratricida y arcaico ". El primer calificativo es difícilmente discutible. El segundo está en cuestión porque la pelea a navaja bajo la mesa parece muy vigente. La secretaria provincial, en una comparecencia inusual para abordar temas internos, trató de quitar hierro al origen de la disputa: "Se trataba sólo de elegir una lista de delegados, nada más", aseguró con un tono casi de lamento, de no explicarse la que se ha liado.

Sin embargo, el pequeño tamaño de la espoleta no modifica el impacto de la explosión. Así, Araceli Maese, portavoz oficial de la dirección actual del PSOE habla de "ruptura" , eso sí, la achaca al bando de Ruiz Boix con todo tipo de reproches. Afirma que la han propiciado "a sabiendas de debilitar un proyecto político" y aseguró que les dirige la "irresponsabilidad". Afeó a "nueve miembros de la Ejecutiva Provincial a los que la presidenta Irene García les dio la confianza" que hablen de renovación cuando "no han pedido la palabra en los últimos meses dentro del partido, en ninguno de sus órganos. Hablan de renovación pero no dicen una palabra sobre qué partido proponen". Maese acusa a estos nueve insurrectos de pensar únicamente en "los sillones" , es decir en las capacidades, los sueldos y las prebendas que dan los cargos institucionales que ahora ocupan Irene García y los suyos.

Respecto a las motivaciones de este presunto motín, de esta admitida "ruptura" total, la secretaria habló en su comparecencia de varias, incluyendo el machismo y la quiebra generacional: "No le perdonan a Irene García que sea mujer y joven , que el partido lo dirijan ahora personas que, todas, han nacido ya en democracia". Ese mensaje va para los muy veteranos (González Cabaña, Rafael Román, José María Román...) que se siguen significando por tratar de influir en los distintos procesos internos del partido.

La dirección actual del PSOE, por tanto, acusa a los presuntos rebeldes, a los supuestos traidores, aún en el gobierno de Diputación y del PSOE provincial, de "no perdonar que este grupo de jóvenes dirigentes propicie un relevo en la dirección regional. La libertad de expresión es incuestionable pero no todo vale . Crispar y confundir a la militancia es de tiempos pasados. La organizción está por encima. No tienen ningún motivo para romper la dirección del partido. No tienen ningún motivo para lanzar las acusaciones que están lanzando en prensa y redes sociales cuando pueden hacerlo en foros internos".

Puede que sí, que tengan algunos motivos. Los mismos que movieron antes a los actuales dirigentes y a los que les precedieron, y a los anteriores. Y a los de antes. Así hasta "Cádiz-Herzegovina", hasta Carlos Díaz, hasta el siglo XX. Parece que al PSOE provincial no le llega nunca el XXI.

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