Sucesos
El carril-bici se estrena en Cádiz con una oleada de robos de bicicletas
Las comisarías comienzan a registrar denuncias por el robo de estos vehículos en las zonas de estacionamiento
Los ciclistas de Cádiz han pasado de la euforia por la apertura del carril-bici a la alerta. El boom de las bicicletas ya ha comenzado a tener sus primeros efectos y no son precisamente positivos. La instalación de los aparcamientos destinados a los velocípedos en distintos puntos de la ciudad ha propiciado una oleada de robos que ha disparado la alarma entre los afectados.
Los ladrones aprovechan este tipo de estructuras, que consiste en una barra fija donde los ciclistas dejan sus bicis atadas con una simple cadena, para actuar de manera fácil y cómoda. En apenas unos segundos, los cacos cortan la cadena con unas tenazas y huyen montados en la misma bicicleta, por lo que es difícil sorprenderlos y en caso de que el propietario llegue a hacerlo, es difícil detenerlo.
Esta práctica es la que se ha impuesto desde hace varias semanas en la ciudad, aprovechando las zonas de estacionamiento que están situadas en las cercanías de los colegios e institutos , donde más se ha fomentado el uso de este tipo de vehículos desde que se ha abierto el carril-bici y las áreas de aparcamiento. Los alrededores de los colegios Reyes Católicos, Salesianos y el entorno de Telegrafía Sin Hilos son algunos de los puntos donde hay constancia de estos robos, aunque son muchos los conductores que ni siquiera denuncian al entender que su bicicleta es de escaso valor.
Normalmente son los propietarios de las bicicletas de mayor valor económico o sentimental los que acuden a las dependencias de la Policía Nacional y Local para comunicar su sustracción. «He entrado a dejar al niño al colegio y cuando he salido, la bicicleta ya no estaba. Han sido solo cinco minutos y la puerta del colegio estaba llena de gente», aseguró una de las afectadas, que ha cursado la correspondiente denuncia en la Policía Nacional. Precisamente, cuando llegó a las dependencias policiales, los agentes le mostraron varias bicicletas que habían sido intervenidas durante controles casuales.
Cámaras de seguridad
Sin embargo, son escasas las bicicletas que han llegado a recuperarse después de haber sido sustraídas. Al no tener número de matricula ni registro alguno, los policías se ajustan solo a la dscripción, por lo que es bastante complicado localizarlas. Tampoco contribuye a mitigar este tipo de delitos, la escasa repercusión que tiene para el infractor. En la mayoría de los casos, se castiga con un delito de hurto, por lo que la sanción es mínima.
Además, los robos no solo se están limitando a las bicicletas. En muchos casos, los ladrones se llevan partes de la misma, para revenderlas o bien para uso personal. Sillines, ruedas e incluso las cestas que incorporan algunos modelos, son sustraídos a plena luz del día.
Ante esta situación, los afectados ya han reclamado a las autoridades medidas para frenar este tipo de acciones. Entre otras cuestiones, piden la instalación de cámaras de seguridad en el entorno de estas zonas de estacionamiento, así como una mayor vigilancia por parte de la Policía Local. También hay otras propuestas, como un sistema de registros de este tipo de vehículos o incluso otro sistema de zonas de estacionamiento. Además, los ciclistas también han alertado sobre las consecuencias que este tipo de prácticas puede tener en la puesta en marcha del nuevo sistema de alquiler de bicicletas que ha anunciado el Ayuntamiento de Cádiz.
Mientras tanto, los ciclistas tendrán que aumentar su vigilancia y tomar medidas como llevarse consigo el sillín o utilizar candados más complejos para dificultar el trabajo de los cacos.
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