«La sentencia ha sido un palo enorme». Las familias de los menores que acusaron al exdirector de Salesianos de abusos sexuales y agresiones físicas mostraban su pesar por la absolución del sacerdote. «Hay madres que no dejan de llorar», contaba uno de los padres a este medio. «De pedirle 38 años de cárcel a la plena absolución es demasiado, ¿no?», lamentaba destacando la circunstancia de que la decisión no haya sido unánime ya que la magistrada ponente optó por hacer un voto particular.
«Ella sí los ha creído y ellos dos, no. Algo habrá visto». De esta manera, las familias no renuncian y este viernes tienen previsto acudir a la Fiscalía, quien les ha representado, para que les informen. Aún así, ya han decidido que de manera independiente piensan recurrir el fallo. «Mi hijo se ha enterado y sólo me ha preguntado que cómo ha podido pasar... Vamos a llegar hasta el final».
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