Las centrales de Cofrentes y Trillo garantizaron el suministro en Valencia y Castilla-La Mancha durante el temporal de nieve del pasado mes de enero
Las centrales de Cofrentes y Trillo garantizaron el suministro en Valencia y Castilla-La Mancha durante el temporal de nieve del pasado mes de enero - Eduardo Manzana
El debate de la energía nuclear

El sector nuclear insiste en que no se puede prescindir de la principal fuente de producción de electricidad

Por sexto año consecutivo, los reactores aportaron en 2016 más del 20% de la energía eléctrica consumida en toda España

Madrid Actualizado: Guardar
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Con varias proposiciones de ley registradas en el Congreso para forzar el cierre de las centrales nucleares cuando cumplan los 40 años de vida para los que inicialmente fueron diseñadas, el nuevo presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), José Antonio Gago, reclamó ayer un debate «con números sobre la mesa, no con argumentos ideológicos». En el marco de la Asamblea anual de esta asociación que reúne a cerca de 1.000 profesionales e instituciones del sector, tanto Gago como el presidente saliente, José Ramón Torralbo, defendieron que no se puede prescindir de la que ha sido en los últimos seis años la primera fuente de generación de electricidad del país, con una producción del 20% de toda la energía consumida en España.

Según los datos presentados por UNESA, los porcentajes correspondientes a las distintas fuentes de producción en 2016 han sido: 21,4 % energía nuclear, 18,20% eólica, 14,9% hidráulica, 14,3% carbón, 11,2% ciclo combinado, 11,1% cogeneración y tratamiento de residuos, 3% solar fotovoltaica, 2,6% fuel, 2% solar térmica y 1,3% otras renovables.

El nuevo presidente de la SNE recordó que las centrales nucleares funcionaron «8.760 horas al año» en un país como España, «que es una isla energética» dentro de la red europea eléctrica, y que no veía cómo se podía garantizar la fiabilidad del suministro para nuestra economía sin estas instalaciones. «Habrá que sustituirlas por centrales de gas o de carbón», planteó. Para añadir a continuación que eso nos alejaría de los compromisos europeos de reducción de emisiones.

El ejemplo de la ola de frío de enero

Además de la seguridad que aporta al mix energético, «como ocurrió durante la ola de frío del pasado mes de enero, «cuando las centrales de Cofrentes y Trillo sostuvieron el nodo energético de la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha», Gago y Torralbo subrayaron que en 2016 la energía nuclear evitó la emisión a la atmósfera de 40 millones de toneladas de CO2, «la mitad de lo que emite el parque móvil de vehiculos de España». Proyectando esos números sobre la base de una operación de las centrales a 60 años, Gago habló de 800 millones de toneladas de gases de efecto invernadero que no se liberarían. A los que preguntaron sobre los riesgos de alargar la vida de los reactores, Torralbo contestó tajante que «las centrales son más seguras ahora que cuando se pusieron en marcha».

Otro de los aspectos en los que incidieron Torralbo y Gago fue en el de la aportación de la energía nuclear a la contención de los precios, y puso el ejemplo de cómo la política del apagón nuclear en Alemania ha hecho que en ese país la energía sea la segunda más cara de la UE. Sobre el por qué España mantiene unos precios para la enrgía en la banda alta, Gago se limitó a decir que «el precio final de la factura al consumidor tiene otras externalidades que no se corresponden con la parte de generación» y que el recibo de la luz, sin energía nuclear, se incrementaría en un 28%.

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