Garamendi, en un momento de la entrevista
Garamendi, en un momento de la entrevista - ERNESTO AGUDO

«Si el equipo directivo de una empresa hubiera actuado como los políticos, estaría en la calle»

Entrevista a Antonio Garamendi, presidente de Cepyme y vicepresidente de CEOE

MADRID Actualizado: Guardar
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Habla claro y no es de los que tira de cintura para esquivar los temas más comprometidos. Sobre el marasmo político, el presidente de Cepyme pide responsabilidad y sentido de Estado para desatascar un debate que se ha alejado de la realidad social y empieza a contagiar de forma palpable a la actividad económica.

—¿Cómo se vive la situación política del país desde la CEOE?

—Con mucha preocupación, ya que necesitamos un país fuerte y desde el plano económico se está notando ya la falta de Gobierno. La actividad económica y la política siempre han ido de la mano, pero ahora no es así. Es como si desde las elecciones la economía hubiera seguido su camino y la política estuviera dando vueltas en una rotonda...

Y al final lo que puede ocurrir es que la economía se retraiga y empiece a dar también vueltas en esa rotonda. Este año vamos a crecer un 3,2% y a crear medio millón de empleos. Y se ha dado un dato importante: antes no se generaba empleo con crecimientos del PIB inferiores al 2%, mito que cayó cuando con un crecimiento del 1,7% se crearon 300.000 empleos. Y no hay que perder de vista que el 90% de los trabajos los generan empresas privadas, y dentro de ellas entre entre el 75 y el 80% pymes.

Pero las empresas no están pidiendo el mismo volumen de créditos que antes. Ha caído alrededor de un 45%, lo que es todo un síntoma. A nadie se le escapa que pedimos menos créditos no porque no haya liquidez, ya que ahora la banca está deseando prestar, sino porque los empresarios notamos la inestabilidad y no vemos claro el campo de juego económico. También somos conscientes de que la economía crecerá el próximo año un punto menos, alrededor del 2,2%, lo que va a suponer que la buena senda del crecimiento del empleo vaya a caer hasta los 300.000. También notamos algo menos de consumo, y es por lo mismo. Otro dato que aporta inestabilidad es la posible multa que nos pueda poner la UE por no cumplir el déficit.

—Pero da la impresión de que finalmente no se materializará...

—Ya, pero la amenaza está ahí... y la multa es del 0,5% del PIB, a lo que habría que sumar 2.000 millones de fondos estructurales que no llegarían. Además, al no estar constituido el Gobierno, hay 28.000 millones que no se pueden entregar a las Comunidades.

—Ya hay en marcha planes para arreglar esa situación...

—Sí, pero de momento no está arreglado, y lo que sucederá es que aumentará la morosidad de las Comunidades. Y eso lo acabarán pagando las pymes, como ya han dicho algunas.

—La inversión pública también está paralizada.

—Efectivamente, y sin olvidarnos del I+D+i, que es la clave para que las empresas mejoren... E indirectamente hay temas que no se ven pero son cruciales. Este año ha habido dos viajes del Rey que eran muy importantes para los empresarios, a Reino Unido y a Japón, que no se han podido realizar por la crisis política. Nosotros estábamos muy interesados porque al Rey le iba a recibir la Reina de Inglaterra y el Emperador de Japón, las mejores cartas de presentación para unos empresarios.

—La situación afecta ya a instituciones tan importantes como los reguladores, como es el caso de la CNMV, lo que es muy grave.

—Desde luego. No podemos tener una CNMV interina, y además parece que en enero tienen que dimitir dos consejeros más y entonces se paralizaría. Y mientras tanto, los fondos internacionales, que son la sangre financiera, están a la espera. Por no hablar de que la CNMV regula las normas de las grandes empresas, vigila la transparencia... y parece que no pasa nada. Estamos pagando costes de prestigio y de imagen y los españoles no nos merecemos esto.

—¿Y cree que ahora puede haber algún tipo de acuerdo para formar Gobierno tras la grave crisis del PSOE?

—Nosotros hemos insistido en pedir responsabilidad, generosidad y sentido de Estado a la clase política. Sería gravísimo que la gente se desconectara de la política porque en el fondo les necesitamos. Hasta ahora hablábamos del Estado del Bienestar y ahora estamos ante el Bienestar sin Estado. Si en una empresa el equipo directivo hubiera actuado como los políticos en España estaría en la calle hace mucho tiempo. En todos los temas importantes que tiene el país por delante, como son las pensiones o la educación, no hay nada hecho. Y son cuestiones definitivas en las que hay que avanzar, por no hablar del encaje de los territorios en la España moderna o la unidad de mercado, que habría que mejorarla. Hace dos años se publicaron 173.000 páginas en el BOE y 830.000 en los de las Comunidades, y eso no puede ser. No es admisible que hasta para pescar en España hagan falta 17 licencias. La sociedad española está necesitada de normalidad institucional porque el debate político se está alejando de la realidad. La gente lo que quiere es empleo y que se acabe con la corrupción política.

—Lo que si ha podido abordar el Gobierno en funciones es el adelanto del pago en el impuesto de sociedades. ¿Qué le ha parecido esta medida?

—Las empresas hemos aprendido a hacer lo que no ha hecho el Estado, que es desapalancarse, y ahora la subida de impuestos ha sido un poco con nocturnidad y alevosía. Nosotros somos partidarios de buscar más bases imponibles y reducir los tipos. En España se calcula que puede haber un 20% de economía sumergida y lo que hay que hacer es trabajar para que aflore. Y luego hay otro tema: se suele decir "vamos a cobrar a los ricos", pero aquí en España lo que hay es clase media. Además nosotros estamos en contra del Impuesto de Sucesiones y de Patrimonio, que solo lo tenemos aquí y en Francia, porque al final estás castigando el ahorro y la iniciativa. En Andalucía, por ejemplo, las herencias están gravadas con el 25% y la realidad es que ya se han pagado impuestos sobre estos bienes a través del impuesto del patrimonio.

—Sí, pero todo lo basa en la lucha contra la economía sumergida y eso es muy etéreo..

—No exactamente, lo baso en eso y en que a los empresarios se nos liberen esos impuestos para poder poner el dinero a funcionar en forma de inversión y de ahorro. No hay más que ver lo que está pasando en la Comunidad de Madrid, donde se ha hecho muy bien en el terreno fiscal, en comparación con otras comunidades. Porque a los impuestos directos, hay que sumar los indirectos, los de los bienes inmuebles... Si sumamos todos los tributos que pagamos apenas nos queda renta disponible.

—Pues todo apunta a que el nuevo Gobierno no tendrá entre sus prioridades bajar los impuestos.

—Y nosotros diremos que no estamos de acuerdo, porque lo que no hay que perder de vista es que estamos compitiendo en el mundo, y si la economía está tirando de nuevo es que algo ha suplido al ladrillo. Y han sido la industria y los servicios, entre otros, lo que supone que los empresarios de a pie han tenido que salir a exportar. El número total ha pasado de 100.000 a 150.000. Y la participación en el PIB de las exportaciones ha aumentado del 20 al 33%, con una balanza positiva de 24.000 millones de euros. Tenemos que pensar cómo se podrá mantener en el futuro el Estado del Bienestar y si no se hace por la vía de la creación de riqueza no va a aguantar. Laffer tenía razón cuando decía que lo que hay que hacer es crear riqueza y no pagar más impuestos.

—¿Y cómo van las cosas en la CEOE y en la relación con los agentes sociales?

– Bien. Lo que está claro es que en CEOE hay ventanas de opinión donde se habla, y el día que haya elecciones seremos los mismos y seguiremos unidos. Yo creo que es un ejemplo de que las cosas se pueden hacer con un poco de generosidad. Primero es el bien común y luego el particular. Esto se demuestra también en el diálogo social, que ha funcionado incluso en los años malos, lo que se ha traducido en pocas horas de huelgas, apenas 10 millones el año pasado, frente a los 200 millones de los primeros años de la democracia. Es obligado llevarse bien entre los dirigentes y seguir sentándonos hasta que se alcancen acuerdos.

—¿También sobre subidas de sueldo?

—Pues también. Pero en España, el crecimiento de los salarios en los últimos tres años ha sido más de lo que se dice porque a la subida pactada hay que sumar la inflación negativa que ha habido. Pero el análisis de los sueldos hay que hacerlo por sectores ya que hay diferencias de productividad grandes.

UNOS PREMIOS PARA PONER EN VALOR AL EMPRESARIO

«Tenemos que hablar sin complejos del valor de la figura del empresario», defiende Garamendi. Precisamente con el objetivo de reivindicar el papel en la sociedad de las pymes y autónomos, Cepyme ha convocado la tercera edición de unos premios que, según el vicepresidente de la CEOE, «reconocen la labor de gente normal que es excepcional y hace cosas extraordinarias. Gente que está por toda España con empresas de todo tipo. Personas y proyectos que no suelen salir en los medios, y por eso la gente debe saber el ejemplo que son». Los premios cuentan con ocho categorías, y este año suman la novedad de una mención especial a un empresario destacado por su trayectoria de largo recorrido. Los galardones, que cuentan con la presidencia de los Reyes, se conocerán y entregarán en noviembre y están patrocinados por Banco Santander, Facebook, Randstad, Inserta Fundación ONCE, Peugeot, MyTaxi, Visa y UPS. También colaboran Enisa, Informa y Vocento.

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