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Vista panorámica del segundo puente, tomada desde la orilla de Cádiz - Antonio Vázquez
Apertura del segundo puente

Cádiz inaugura su futuro

Después de ocho años de obras y tres de retraso se abre al tráfico el puente que cambiará la vida de los gaditanos

JAVIER RODRÍGUEZ
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Cuando el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, inaugure este jueves el segundo puente de Cádiz se habrá puesto fin a ocho años de obras y a casi dos décadas de gestación de un proyecto emblemático pero también faraónico. A partir de ahora, el nuevo acceso de la Bahía se convierte en una esperanza real de futuro, clave para el desarrollo económico de una de las zonas del país más castigadas por el desempleo.

Su terminación abre la puerta a un nuevo ciclo de progreso para la ciudad comparable quizás a otros dos hitos en la historia de la capital: la apertura en octubre de 1969 del puente Carranza y al soterramiento de las vías del tren, en marzo de 2002.

El primero contribuyó en su momento a comunicar toda la Bahía y el segundo logró unificar el casco urbano borrando de sus calles el trazado ferroviario. El puente de 'La Constitución de 1812' está llamado a ser un polo de atracción económica y turística que genere inversión. Su presencia permite a Cádiz exportar una imagen de modernidad y, sobre todo, de vanguardia.

Medio millar de personas asisten este jueves al corte de la cinta

Sin embargo, no ha sido fácil llegar a este punto. La construcción del segundo puente arrancó oficialmente en mayo de 2004 cuando la entonces ministra de Fomento, la socialista Magdalena Álvarez, presentó en sociedad el proyecto definitivo, obra del ingeniero Javier Manterola. El acto se celebró en una carpa habilitada en la antigua Subdelegación de Gobierno, en Cádiz. Seis meses después, en noviembre de ese mismo año, el Ministerio adjudicaba la obra a la UTE formada por Dragados y Drace por 273 millones de euros y un plazo de ejecución de 42 meses.

La construcción ha sufrido tres parones, los más largos fueron en 2010 y 2011

La obra empezó con fuerza en la primavera de 2005. El objetivo era inaugurar el puente en 2012 durante la celebración de los actos del Bicentenario de la Constitución de 1812. Fue la propia ministra Álvarez la que bautizó inicialmente al puente con el nombre de 'La Pepa', sin embargo, esta denominación nunca gustó a la entonces alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, que movió los hilos en 2011 para que el nuevo gobierno del PP lo rebautizara como puente de 'La Constitución de 1812'.

La memoria es muy frágil al ver terminado un viaducto de cinco kilómetros de longitud entre la orilla de Cádiz y el nudo del Río San Pedro, en Puerto Real, pero no podemos olvidar que la construcción del nuevo acceso a la Bahía ha estado plagada de contratiempos que han llevado a un sobrecoste de 238 millones de euros con respecto al contrato de adjudicación y a un retraso de tres años en su terminación.

Tres parones y un impulso

El primer traspiés tuvo lugar en junio de 2010 cuando Dragados paralizó los trabajos por el impago de varias certificaciones de obra con cargo al Ministerio de Fomento. El Gobierno de Rodríguez Zapatero, con José Luis Blanco al frente del Ministerio, trató de agilizar el reintegro, pero fue demasiado tarde.

El puente estuvo parado cinco meses y no levantó el vuelo desde entonces. Cada vez era más difícil cumplir con el plazo de entrega. El segundo revés surgió durante el verano de 2011, cuando la crisis obligó al Ejecutivo de Zapatero a replantear sus inversiones en obra pública. Dragados volvió a paralizar la construcción del puente hasta tener confirmación oficial de que la financiación de la obra estaba garantizada. El visto bueno llegó en septiembre.

Rajoy y Susana Díaz descubrirán un monolito

El Gobierno de la nación cambió de color en noviembre de ese año y fue la ministra Ana Pastor la que confirmó en febrero de 2012 que al puente le quedaban aún más de dos años de obras al tiempo que se comprometió a garantizar su financiación. Así fue. La obra cogió a partir de ese instante una velocidad de crucero imparable que, pese a todo, se vio resentida en agosto de 2014 por una reclamación de Dragados. La constructora exigió el pago de varias modificaciones del proyecto inicial por el que fue adjudicado.

Fomento tuvo que desembolsar entonces 20 millones de euros por la implantación de una plataforma tranviaria que, de momento, será utilizada solo por autobuses y taxis ya que la Junta no ha metido la infraestructura necesaria para que circule el tren metropolitano. Igualmente ese dinero sirvió para resarcir a Dragados por la nueva reordenación de la rotonda de acceso desde Cádiz y la sustitución del tramo móvil por uno desmontable.

Estas tres obras obligaron a Manterola a modificar de forma puntual su proyecto inicial para incorporar las nuevas exigencias políticas.

El presidente Rajoy presentará hoy el nuevo puente de Cádiz como símbolo de la recuperación y, sobre todo, como referente de la ingeniería española. Se trata del puente más largo de España, tras el viaducto de El Portal, y ocupa el puesto número 20 en Europa y el 117 en la lista mundial. Sin embargo, el desafío de la ingeniería lo encontramos, por un lado, en los 540 metros de vano entre los dos ejes centrales, que lo hacen el mayor de España, el tercero de Europa y el 14 del mundo y, por otro, en los 69 metros de gálibo que lo sitúan en el segundo mayor del mundo, detrás del puente Verrazano de Nueva York.

Cádiz inaugura así una nueva etapa que cambiará la vida de los vecinos de la Bahía. La apertura del puente supone la transformación de la trama urbana, así como del mapa de tráfico de la ciudad. Los estudios de circulación previos al inicio de la obra del puente apuntaban a la posibilidad de una intensidad media de 30.000 vehículos diarios. Para ello se diseñaron varias obras complementarias con el objetivo de agilizar el paso y evitar atascos. Sin embargo, el estreno llega con asignaturas pendientes como la avenida transversal y el aparcamiento de la plaza de Sevilla.

Se espera que medio millar de personas, entre autoridades y medios, asistan hoy a este acontecimiento histórico. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, presidirán el acto. Ambos tomarán la palabra y posteriormente descubrirán un monolito ubicado en el vértice central del puente. Se realizará para cerrar el acto un recorrido en autobús para las autoridades.

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