Miguel Báez «El Litri» saluda efusivo al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y al niño cantor José Ángel
Miguel Báez «El Litri» saluda efusivo al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y al niño cantor José Ángel - ÁNGEL DE ANTONIO

XIII Premios ABC Solidario: Modesto empujón a la vocación altruista

Miles de historias personales respiran tras las entidades galardonadas por ABC

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Sevillano de pro, el otrora alcalde y hoy ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, aparcaba recién llegado a Madrid el debate de la lucha antiterrorista en el marco de la reunión de los ministros del G-4, que había tenido lugar por la mañana en su querida Sevilla, para vestirse de su bandera local y entregar el último premio de la noche solidaria en la Casa de ABC, el que dotaba con 40.000 euros a la Fundación Alalá, sevillana de cuna y ámbito de actuación. Lo recogieron unos sevillanos exultantes, su presidente y directora, José María Pacheco y Blanca Parejo, respectivamente, en presencia de otros grandes colaboradores de la entidad, como el cantante José Manuel Soto, patrono y vicepresidente.

Entre bastidores, el acento andaluz también dominaba la escena.

Rosauro Varo, marido de la actriz Amaia Salamanca, saludaba a Soto y esposa con guasa. Zoido jugaba en casa. De hecho, confesaba a ABC que «atender una invitación de Catalina Luca de Tena es lo menos que puede hacer un ministro de origen sevillano, vinculado como lector de siempre con la Casa». «En segundo lugar -añadió el ministro-, porque la entrega de un premio a Konecta, que financia a Alalá (la primera premiada), que conozco tan bien y su trabajo en barrios marginales como las 3.000 viviendas de Sevilla, dando formación a los niños de una manera integral es una magnífica labor y era una obligación estar hoy aquí». El titular de Interior dio cuenta de su cercanía en la Biblioteca de ABC. Es un terreno en el que se mueve como pez en el agua, saludando cortés pasados unos minutos de las 20.10 horas a la presidenta editora de ABC, y cumplimentar a otros invitados, autoridades y representantes de entidades solidarias, como Ana Botella, presidenta de la Fundación Integra, y exalcaldesa de Madrid en las mismas siglas que las del hoy titular de Interior. Pero Botella hace tiempo que no habla de política en sus apariciones.

«Cualquier ayuda es un estímulo»

Charlaba alegre esta que fue ayer la invitada más puntual a la cita con Soledad Becerril, Defensora del Pueblo y presidenta del jurado de los premios, sobre que le tiene absorta otra empresa. En concreto, la ONG que fundó, al alimón con su gran compañera de fatigas, Ana Muñoz de Dios, directora general de esta entidad que ayer se llevó la distinción a la más solidaria del año, viendo reconocida así su inconmensurable recorrido durante 15 años en los que han creado más de 9.300 empleos a jóvenes en riesgo de exclusión y mujeres víctimas de violencia de género, entre otros colectivos hundidos en la desesperanza.

Todos agradecían el «pellizquito» de dinero que tanta falta hace, comoresaltó a este periódico Soto. «Cualquier ayuda significa un aval y un estímulo inmensos» para entidades que trabajan con los demás.

Son tantas las historias y dramas personales que se esconden tras estos galardones, con cumplido reconocimiento en el mundo del tercer sector, que mentar solo una, o ponerle rostro a otra sería discriminar a otros muchos. Pero Botella y Muñoz de Dios quisieron que fuera Miguel Rucabado quien encarnase esa abnegada labor que hacen en España Alalá, Manos Unidas, el Centro de Cooperación de la Universidad de Burgos y la Fundación Pablo Hortstmann y cientos de entidades volcadas con la ayuda al prójimo. Rucabado llama a Integra su «segunda familia». Drogodependiente y sin techo, desde los 15 años enganchado a la heroína («aunque empecé con el pegamento», señaló a ABC), pasó 25 años en el fango de la droga dura hasta que un día vio la luz. Hoy, totalmente recuperado, tiene 47 años y es auxiliar administrativo desde hace unos meses. Integra le quitó «el cartel que pesaba en la espalda de toxicómano».

A ese trabajo muchas veces oculto y silencioso rindieron homenaje con solera estos premios de ABC, con los que también se ayuda a través de una una modesta cuantía en todo lo posible a la supervivencia de algunas de esas almas que «empujan» los trabajos generosos con los demás.

Como se encomendó en el acto, desde las páginas de este rotativo se seguirá remando para que no se apaguen las vocaciones solidarias. Lao Tse, filósofo imprescindible en la civilización china, acuñó el pensamiento de que «el sabio no atesora: cuanto más ayuda a los demás, más se beneficia. Cuanto más da a los demás, más obtiene para él». Así debe seguir haciéndolo este periódico, como lo ha hecho 114 años atrás, con un compromiso de entrega al prójimo y al lector.

Ver los comentarios