El vaivén socialista garantiza que la ley estrella de Irene Montero se apruebe la próxima semana en el Pleno

Muchos partidos afearon al PSOE ayer en la Comisión de Igualdad haberse enterado minutos antes por la prensa de que «habría milagro y giro» del partido de la rosa en la votación del dictamen de la 'ley del solo sí es sí'

El PSOE cede a la presión de sus socios y renuncia a luchar contra la prostitución

Ione Belarra e Irene Montero, ayer en la bancada azul del Congreso de los Diputados durante la sesión de control al Ejecutivo JAIME GARCÍA
Érika Montañés

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Los socialistas estaban dispuestos ayer a hacer comulgar a los populares con ruedas de molino. En los últimos días habían acercado posturas para aprobar de la mano una enmienda contra la llamada ‘ley del sí es sí’ hasta el punto de poner en jaque la norma de garantía sexual del equipo de Igualdad, lo que irritó sobremanera a la formación morada, que se mostró «muy preocupada» por el giro socialista. La enmienda en cuestión formaba parte de una estrategia común y pactada por PP y PSOE: abolir la prostitución con un primer paso simbólico, el de castigar con mayor severidad a quienes poseen clubes de alterne a través de dos artículos del Código Penal, el 187 y el 187 bis , lo que se conoce como ‘tercería locativa’ . Dos artículos que estuvieron a punto de hacer saltar la ley estrella de Igualdad, pero al final los socialistas no consumaron su plan y aprobaron el dictamen de la ley. Solo Vox y PP votaron en contra .

El compromiso abolicionista responde al discurso lanzado por Pedro Sánchez ante sus huestes en el último Congreso Federal del partido de la rosa, celebrado en Valencia el pasado otoño. La sorpresa llegó ayer (sobre todo para los populares, que vieron una «traición» en el gesto del PSOE) minutos antes de entrar a las 16.00 horas en la Comisión de Igualdad del Congreso, el paso previo y definitivo a la aprobación de la norma estrella de Irene Montero la semana próxima, en el Pleno del Parlamento. El PSOE retiró la enmienda «que iba a hacer posible perseguir el proxenetismo» por, dijo «responsabilidad», confirmó la diputada Laura Berja , y no dejó caer la norma que, entre otras medidas, elimina la diferenciación entre agresión y abuso sexual y exige el consentimiento expreso a las relaciones íntimas interpersonales. Algunos partidos, dentro de la Comisión, lo calificaron de «milagro» y otros, como Ángela Rodríguez, secretaria de Estado de Igualdad, agradeció el cambio «emocionadísima».

En realidad, en palabras de Berja, que iban a obstaculizar «una de las leyes más importantes de toda la legislatura» para las mujeres era un «invento» de otros, que los socialistas «nunca» tuvieron tal intención, pues los que condicionaron su voto a la norma fueron todos los grupos de la izquierda parlamentaria, pero sí reiteraron que la lucha contra la prostitución forma parte del ideario irrenunciable socialista. Así que resuelta su dicotomía de ceder a la presión de sus socios o seguir adelante, retiraron la enmienda y la trocaron por otro mecanismo parlamentario: anunciaron que hoy mismo van a registrar una proposición de ley en el Congreso que contenga exactamente el mismo texto de la enmienda.

«Es un triste retroceso»

Según la portavoz socialista del área de Igualdad, Andrea Fernández, la ‘ley del sí es sí’ retrocede y se queda «muy dañada, descafeinada, sin abordar una de las peores formas de sometimiento de las mujeres», es «menos ambiciosa», si bien, en el lado opuesto de la balanza, pesaba que no querían arriesgar sus apoyos. «La actitud improductiva y los vetos cruzados de los grupos solo logran postergar la aprobación de este texto», reprobaron fuentes socialistas. Además, Fernández se enzarzó con Aina Vidal, quien acusó al PSOEde escenificar en las últimas horas lo que «hace siempre»: boicotear«a los movimientos feministas y utilizar la prostitución para romper los consensos», dijo la diputada de los comunes, marca blanca de Unidas Podemos. También Carmen Calvo, presidenta de la Comisión de Igualdad, abonó las discrepancias que mantienen el PSOE y el resto de grupos de izquierda a cuenta de la prostitución al defender que era «el momento de aprovechar» este debate y encajar en la ley la propuesta para perseguir con dureza el proxenetismo.

Cinco formaciones habían trasladado a Podemos que no apoyarían la ley si se quedaba con el texto reformulado por el PSOE

La ministra de Igualdad, Irene Montero, que un día antes había recibido –no sin abrir muchas fisuras– el respaldo del Gobierno a su anteproyecto de la ley del Aborto, se mostró por la mañana «muy preocupada» por la profunda brecha que les separa del PSOEen este asunto, hasta el punto de poner en peligro una ley que ha tardado dos años y un sinfín de trabas en llegar al punto en el que se encuentra.

El disenso llega porque UP, Bildu, el Grupo Plural o ERC quieren abordar la prostitución en el seno de otra ley confeccionada por el equipo de Igualdad, la ley de Trata. Para ellos, «existe una prostitución no forzada, es decir, consentida» (palabras ayer de Mireia Vehí, del Grupo Mixto) y con el abolicionismo que predica el PSOEse «criminalizaría y condenaría a la clandestinidad» a mujeres que la ejercen de manera voluntaria.

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