Los tres niños que convivieron dos días con el cadáver de su madre serán acogidos de forma conjunta

Los tres niños que convivieron dos días con el cadáver de su madre en su piso de Palma serán acogidos de forma conjunta, según han confirmado este viernes fuentes del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS). Esta solución ha sido acordada por el IMAS para que los pequeños no sufrieran ahora además por el hecho de una posible separación. Por respeto a la privacidad de los menores, dicho organismo dependiente del Consell de Mallorca no ha especificado si los tres vivirán con una familia de adopción o si residirán por ahora en un centro de la institución insular.

Cabe recordar que el cadáver de la mujer, Chinyere Umenweke, de nacionalidad nigeriana y unos 40 años de edad, fue descubierto el martes al mediodía, después de que sus hijos —dos niños de cinco y once años, y una niña de diez— hubieran bajado al parque ubicado frente a su finca y hubieran pedido ayuda a dos jardineros que trabajaban en el lugar.

Los pequeños les explicaron a los operarios que hacía días que no comían y que su madre había muerto, si bien no pudieron precisar con exactitud cuándo habría sido. La autopsia realizada posteriormente determinó que la víctima había fallecido el lunes y que había muerto por causas naturales.

Los dos empleados municipales avisaron de inmediato a la Policía Local, que se desplazó hasta la vivienda y descubrió el cadáver. La mujer vivía únicamente con los tres menores en dicho piso, ubicado en el número 9 del pasaje Cala Figuera. Al parecer, el padre, de origen hindú, abandonó a la familia hará unos dos años.

Los tres niños fueron trasladados ese mismo martes al Hospital de Son Espases, al presentar evidentes signos de desnutrición. Tras la realización de un reconocimiento médico, los facultativos decidieron que los menores permanecieran ingresados hasta recuperarse por completo.

A raíz del suceso, la consejera de Servicios Sociales del Gobierno balear, la econacionalista de MÉS Fina Santiago, desveló el pasado miércoles que hacía meses que «se habían activado ya todos los sistemas de protección» por parte de las distintas instituciones en favor de dicha familia. Sin embargo, al parecer la mujer recelaba de la ayuda que se le intentaba ofrecer desde la Administración. Uno de los motivos de ese recelo podría haber sido el temor de llegar a perder la tutela de sus hijos por las condiciones de penuria en las que vivían.

Santiago explicó, asimismo, que los distintos protocolos de protección se habían puesto en marcha entre septiembre y octubre, tras haberse detectado el absentismo escolar de los tres niños, que no habían acudido al colegio desde el principio de curso. «Estamos ante una familia sin ningún tipo de red familiar ni social, con un progenitor ausente y con una progenitora que tenía una conducta de evitación de los servicios públicos», recalcó Santiago.