Treinta años del legendario incendio que destruyó el centro de Lisboa

El Chiado ardió el 25 de agosto de 1988, por causas nunca aclaradas

El incendio dejó dos muertos (un bombero y un electricista) y 42 heridos ABC
Francisco Chacón

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Corría la madrugada del 25 de agosto de 1988 cuando el corazón de Lisboa cayó presa de las llamas. Han transcurrido 30 años y las circunstancias continúan sin aclarar, pero el caso es que el céntrico barrio del Chiado ardió por los cuatro costados y desencadenó la segunda catástrofe más mitificada de la capital portuguesa, después del gigantesco terremoto de 1755.

Hoy la zona luce en todo su esplendor , gracias al plan de remodelación diseñado por el arquitecto Álvaro Siza y no queda ni un solo rastro de aquella tragedia que impresionó a los españoles a través de la televisión.

La conexión en directo realizada por TVE dejó muda a la España de Felipe González. Sin palabras, sin aliento, con deseos de apoyar a nuestros vecinos y hermanos portugueses.

Dos muertos (un bombero y un electricista), 42 heridos, ocho hectáreas de viviendas y comercios arrasadas en el camino entre la Baixa y el Barrio Alto, 18 edificios destruidos. Unas 3.000 personas evacuadas, 2.000 empleos que se esfumaron… Todo un desastre que hacía revivir al pueblo luso su destino fatal, salpicado por las nubes negras de los designios insondables y del fado eternamente melancólico.

Todo arrancó en los grandes almacenes Grandella y se extendió bajo el impulso de la brisa oceánica de aquella madrugada por calles actualmente inundadas por emblemáticos comercios: Rua do Ouro, Rua do Carmo, Rua Garrett, Rua Sacramento, Rua Ivens, Rua Nova do Almada.

La recogida de escombros se prolongó a lo largo de dos meses y las investigaciones duraron cuatro años , aunque no pudo demostrarse nada y hubo que archivar el caso ante la falta de indicios inculpatorios. ¿Provocado? La sospecha no cesa de alimentarse.

Lo que sí hizo el Ayuntamiento de Lisboa fue reaccionar de forma veloz ante la dimensión del suceso , por lo que solo pasaron tres semanas cuando se adjudicó la reinvención del Chiado a Siza Vieira, que logró su obra cumbre. De hecho, este proyecto resultó determinante para que le concedieran el Premio Pritzker en 1992 y para que naciera su prestigio internacional, como demuestra también su intervención en el madrileño Paseo del Prado.

El libro ‘Chiado al detalle’ documenta los recovecos de la tragedia, como lo hizo igualmente una recordada exposición fotográfica en la Galería Chiado 8. En este 2018 Portugal se ha sobresaltado con una ironía del destino , pues hace tan solo unas semanas que se declaró un incendio en la Rua dos Correeiros, causa de dos muertes. A más de uno le vino a la mente la histórica tragedia , que no obstante sirvió como revulsivo para que Lisboa renaciese.

Hoy el Chiado se ha convertido en una de las zonas más caras de la ciudad , junto con Príncipe Real. La capital portuguesa está de moda y las estatuas de Camoes y de Fernando Pessoa continúan siendo testigos de la transmutación en curso.

Nadie imaginaba en 1988 que un día celebridades como Madonna o Monica Bellucci residirían en sus calles. En la Rua das Janelas Verdes una, en la Alfama la otra.

El tranvía no deja de surcar los rincones y las cuestas de esta cuna literaria , retratada en su día por Eça de Queiroz en ‘La capital’ y reciclada en puerto de huida de judíos adinerados hacia América en la época del Holocausto.

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