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Seis mandamientos del protocolo cuando tienes el móvil en la mesa

¿Qué consejos damos a la gente que se sigue reuniendo para comer, pero sin estar junta?

Madrid Actualizado: Guardar
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El Papa Francisco ha puesto voz a un sentimiento que cada vez se ve más en casas y restaurantes: la gente se sigue reuniendo para comer, pero sin estar junta. Incluso en familia parece que nos hemos acostumbrado a almorzar o cenar no ya viendo la televisión ni leyendo el periódico (que ya es grave), sino con teléfonos móviles y consolas.

La conversación se reduce a un «pásame la sal» y a un aislamiento donde cada comensal es una isla aislada que no interactúa con el resto de personas.

Es cierto que los móviles forman parte de nuestra vida diaria, pero hay momentos en los que no se debe utilizar. Si vamos a relacionarnos, ya sea amigos, familia o trabajo, es una gran falta de educación dejar a los contertulios con la palabra en la boca.

1. Jamás hay que sentarse a la mesa con el móvil encendido. Lo mejor es que esté apagado, o como mucho en modo vibración.

2. El móvil se deja guardado en el bolso, las señoras, o en un bolsillo de la chaqueta los caballeros.

3. Si se espera una llamada urgente, la cortesía es pedir disculpas al resto de los comensales y levantarse para hablar sin cortar el resto de las conversaciones.

4. Si por la circunstancia que sea se contesta al teléfono en la mesa, la conversación será breve, y no se gritará ni molestará al resto de comensales.

5. En un momento puntual, si estamos reunidos con amigos, es divertido sacar el móvil y hacerse una foto, pero no ponerse a chatear con terceros.

6. Comer fuera con niños no es excusa para entretenerles con el móvil. Estar intentando hablar por encima de la musiquita de los juegos es sumamente molesto para todos.

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