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Centro de Información de Peregrinos durante el Año Jubilar - EFE

Los sacerdotes podrán perdonar el pecado del aborto desde este martes

Es una de las dos concesiones del Papa en el Jubileo de la Misericordia

CORRESPONSAL EN EL VATICANO Actualizado: Guardar
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En cuanto el Papa Francisco cruce mañana el umbral de la puerta santa de la basílica de San Pedro, todos los sacerdotes del mundo podrán absolver el pecado de aborto que, por su especial gravedad, está habitualmente reservado a los obispos. Es una de las dos facultades especiales de perdonar que el Papa otorga durante el Año Santo de la Misericordia, que se prolongará hasta el 20 de noviembre del 2016, fiesta de Jesucristo Rey del Universo.

En la carta enviada el pasado 1 de noviembre al arzobispo Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización y responsable del Jubileo, el Santo Padre concedía «a todos los sacerdotes durante el Año Jubilar la facultad de absolver del pecado de aborto a cuantos lo hayan cometido y, arrepentidos de corazón, pidan perdón».

Cuando se leyó esta carta, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó que la decisión del Papa «no es una atenuación de la gravedad del pecado (del aborto)», así como «no quiere de ninguna manera minimizar la gravedad de ello». Puntualizó además que esta decisión no es para siempre, sino únicamente durante el año jubilar.

Personal sanitario

Cometen ese pecado no solo la mujer embarazada sino también todas las personas –médicos, asistentes, gestores de clínicas especializadas, etc.- que llevan a cabo materialmente ese procedimiento o lo provocan.

En su carta a monseñor Fisichella, el Papa lamenta severamente que «una mentalidad muy difusa haya hecho perder la sensibilidad personal y social» ante esos actos.

En cambio, es compasivo respecto a las mujeres que «viviendo ese trance como una derrota, consideran no tener otra alternativa posible. Conozco bien los condicionamientos que les han llevado a esa decisión y sé que es un drama existencial y moral».

Un acto injusto

Aun así, Francisco deja claro que «es un acto profundamente injusto, y sólo comprenderlo en toda su verdad permite no perder la esperanza» y superar «las cicatrices del corazón por esta decisión angustiosa y dolorosa».

El Papa indica a los confesores que deben prepararse para esta tarea «sabiendo conjugar palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado cometido, e indicar un camino de conversión auténtica».

En la misma carta, el Santo Padre autoriza que las personas «ancianas y solas, que no están en condiciones de salir de casa», puedan ganar las indulgencias del Jubileo «recibiendo la comunión o participando en la santa misa a través de los medios de comunicación».

Pecados sexuales

El próximo miércoles de ceniza, Francisco otorgará a 800 sacerdotes «Misioneros de la Misericordia», ya seleccionados, poder perdonar pecados reservados al Papa como la profanación de formas eucarísticas, la absolución a cómplices en pecados sexuales, la ordenación de obispos sin permiso, la ordenación sacerdotal inválida de mujeres o la rotura del secreto de confesión.

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