Rastrean las rutas previas de los cruceros en cuarentena en busca de infectados por el coronavirus

Desde hace dos semanas, cuando viajaron a bordo los primeros contagiados, en ellos han navegado miles de pasajeros a los que hay que buscar para hacerles pruebas

El crucero «Diamond Princess», obligado a permanecer en el barco debido al coronavirus, se acerca al puerto de Yokohama (Japón) EFE
Pablo M. Díez

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Para los dos cruceros en cuarentena por el coronavirus , uno en Japón y otro en Hong Kong, el riesgo no se acaba solo inmovilizándolos y aislando a sus más de 7.000 ocupantes . Entre ellos, los casos positivos serán detectados enseguida, como ya ha ocurrido este jueves con otras diez personas en el «Diamond Princess», atracado en el puerto de Yokohama, cerca de Tokio. Junto a los diez casos diagnosticados el miércoles, ya son 20 en total solo en este barco, mientras que en el resto de Japón hay otros 45. El problema son los pasajeros que navegaron en dichos cruceros en las dos semanas anteriores, cuando viajaron a bordo varias personas a las que se les descubrió el coronavirus después de desembarcar.

En el «World Dream», el barco en cuarentena en Hong Kong con 3.600 personas a bordo, fueron ocho pasajeros de China continental que hicieron un viaje entre el 19 y el 24 de enero. Con más de 4.000 pasajeros, el crucero zarpó de Hong Kong rumbo a la ciudad china de Cantón (Guangzhou) y luego a Vietnam, desde donde regresó el 24. Entre los pasajeros que desembarcaron ese día, había ocho a los que luego se les descubrió el coronavirus, que tiene un tiempo máximo de incubación de dos semanas y se puede transmitir en ese periodo pese a no mostrar síntomas.

Cuando las autoridades sanitarias chinas informaron este lunes a la naviera de que estos ocho infectados habían viajado en el «World Dream», el barco ya llevaba cuatro rutas desde entonces, según recoge el periódico «South China Morning Post» (SMCP). Con 1.800 pasajeros y 1.800 tripulantes, en ese momento iba de Hong Kong a Kaohsiung, en el sur de Taiwán, que rechazó su permiso para atracar. Pero, previamente, lo había hecho brevemente en el puerto de Keelung, al norte de la isla, donde los pasajeros desembarcaron un rato.

Antes de ese viaje, el barco había hecho otra travesía de fin de semana entre Hong Kong y el Mar del Sur de China del 24 al 26 de enero. Y ese mismo día, tras regresar a la excolonia británica, había zarpado rumbo a Filipinas, donde los pasajeros pudieron desembarcar en Manila. El 31 de enero, una vez de vuelta en Hong Kong, empezó su tercera singladura hacia el Mar del Sur de China hasta el 2 de febrero.

Aunque la naviera, Dream Cruises, no ha informado del número de pasajeros que hubo en esas travesías ni si la tripulación fue la misma, se calcula que son miles de personas que hay que localizar porque pueden haberse contagiado del coronavirus. Como este es capaz de transmitirse muy rápidamente por toses, estornudos y por el tacto , ya que puede resistir hasta cinco días en una superficie lisa en las condiciones óptimas, los primeros enfermos podrían haber contagiado a miembros de la tripulación o infectado sus camarotes. Estos fueron sellados el martes tras el aviso de las autoridades, pero en ellos se habrían alojado otros pasajeros durante las dos últimas semanas.

A tenor del SCMP, 33 tripulantes se han quejado de problemas respiratorios , pero todos menos uno han dado negativos en las pruebas del coronavirus. A la espera de saber los resultados del último, el barco está en cuarentena en la terminal de cruceros de Kai Tak. Allí tendrán que pasar las dos próximas semanas sus 1.800 tripulantes y 1.800 pasajeros, de los que 1.600 son hongkoneses. «Creo que es muy importante que usemos el crucero como un centro de aislamiento para asegurarnos de que todos los pasajeros y la tripulación tengan al menos catorce días de cuarentena para que sepamos que no portan ningún virus», señaló a la radiotelevisión pública RTHK la diputada del Partido Demócrata Helena Wong . Con el trauma del SARS en la memoria, que dejó unos 300 muertos en Hong Kong hace dos décadas, se ha desatado una ola de pánico que ha provocado colas kilométricas para comprar mascarillas y en las tiendas se han agotado las existencias de arroz y hasta papel higiénico.

Un anciano de Hong Kong

Por su parte, en el crucero inmovilizado en Japón, el «Diamond Princess», han quedado atrapados 3.700 pasajeros y tripulantes de 56 países. De las alrededor de 300 personas sometidas a las pruebas del coronavirus, 20 han dado positivo en los dos últimos días, informa la agencia Kyodo. Todos ellos tienen entre 50 y 70 años y, además de japoneses, entre ellos hay estadounidenses, canadienses y un neozelandés. Al igual que en el otro barco, los chequeos comenzaron después de que se le detectara el coronavirus a un hombre de Hong Kong de 80 años, que navegó en el crucero hace dos semanas.

Mientras tanto, entre críticas por la falta de camas y kits de pruebas, la epidemia sigue cobrándose vidas en China, casi todas en Hubei, la provincia donde se originó. Con un nuevo máximo de 73 muertes diarias el miércoles, ya son 564 los fallecidos, más uno en Hong Kong y otro en Filipinas. A tenor del último recuento oficial, hay más de 28.000 casos confirmados, de los que 3.859 están graves, y 24.700 sospechosos. En el resto del mundo, s e han diagnosticado unos 260 casos en una treintena de países. Alimentando la esperanza, 1.330 enfermos se han curado de esta epidemia cuyo pico todavía no se vislumbra.

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