Coronavirus

Protección Civil repartirá mascarillas desde el lunes en metro y autobús para frenar el coronavirus

No será obligatorio utilizarlas, pero Sanidad por primera vez recomienda su uso para viajar en transporte público y en espacios cerrados y donde haya aglomeraciones

Las máscaras faciales que se distribuirán no son de uso sanitario, ni quirúrgicas ni de filtro

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Mascarillas para evitar el contagio de coronavirus en metros y autobuses

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Por primera vez desde que empezó la crisis del coronavirus , el Gobierno ha recomendado el uso de mascarillas a la población sana. No será obligatorio llevarlas para salir a la calle , pero el Ministerio de Sanidad aconseja su uso donde puede haber más riesgo de transmisión del coronavirus : en los espacios cerrados con público y donde puedan producirse aglomeraciones como los centros comerciales, los supermercados, el autobús o los vagones de metro. Según ha podido saber ABC, serán los servicios de Protección Civil los encargados de distribuirlas en las estaciones de transporte público y en «puntos donde es recomendable su uso», como explicó ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa.

El ministro cambió ayer su discurso después de defender durante semanas que no era necesario utilizarlas, pese a los estudios científicos que señalaran lo contrario. Probablemente, porque no había mascarillas ni para proteger al personal sanitario que trabaja en primera línea contra la infección. Hasta ahora el Gobierno había seguido las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y solo se aconsejaba a sanitarios y a enfermos con síntomas de Covid-19 .

Sin embargo, otros países que han conseguido frenar con más éxito la transmisión del virus optaron desde el primer momento por la protección facial para salir a la calle. Así lo hicieron la mayoría de países asiáticos –China, Corea del Sur o Japón–, la República Checa –con una tasa baja de contagios–, en Europa, y Estados Unidos que también ha empezado a recomendarlas. El cambio de opinión en España no es casual. Llega tres días antes de que cientos de miles de personas vuelvan al trabajo tras la prórroga del estado de alarma. La vuelta a la actividad de los servicios no esenciales el próximo lunes o el martes reactivará la economía pero también la epidemia. Con las aglomeraciones en hora punta, el coronavirus puede seguir transmitiéndose con facilidad .

También se produce dos días después de que el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por su acrónimo inglés) emitiera un nuevo informe en el que cambiaba también sus recomendaciones y aconsejaba su uso en personas asintomáticas. Lo hizo ante la evidencia de que personas aparentemente sanas pueden transmitir la enfermedad.

Las mascarillas que se repartirán están pensadas para utilizar en el transporte público y en los puestos de trabajo donde sea difícil guardar la distancia de seguridad de un metro para evitar el contagio.

Empresas españolas

Los protectores faciales se están fabricando a gran escala en empresas españolas y no son de uso médico. Ni son quirúrgicas ni de filtro, esas que utilizan los sanitarios cuando tratan a enfermos. Las que repartirá el Ejecutivo forman parte de un tercer tipo, denominado de «higiene» o «barrera», que además serán reutilizables. La Asociación Española de Normalización publicó la semana pasada los requisitos mínimos que deben cumplir estas protecciones.

Estas mascarillas faciales, fabricadas de materiales textiles , son la mejor alternativa cuando hay problemas de suministro. Aunque también hay quien duda de su eficacia. De hecho, el Centro para el Control de Enfermedades asegura que su eficacia se basa «en pruebas indirectas limitadas».

A la Organización Mundial de la Salud también le preocupa que su uso sin consejos sobre cómo utilizarlas puede resutar incluso contraproducente. Se alerta también de que llevarla puede producir una falsa sensación de seguridad y se relajen otras medidas tan eficaces como el lavado de manos o el distanciamiento social. Más aún, el lavado de manos resulta aún más importante antes y después de manipular la mascarilla y colocarla en la cara. En esa idea insistió ayer Salvador Illa quien recordó que las medidas más eficaces son las que ya estamos practicando. Y lanzó un mensaje que casi se convirtió en un ruego: «Si hay alguien con síntomas de coronavirus, que se quede en casa. Esa es la medida de protección más importante para cuidarse y proteger a los demás.

El mayor frenazo

El coronavirus registró ayer su mayor frenazo desde que estallara la pandemia en España. La curva mostró la tercera bajada consecutiva en los contagios, que alcanzan los 157.022 tras sumar 4.576 nuevos, y la menor cifra de muertes en 17 días, 605, lo que hace un total de 15.843.

Los buenos datos que mostró ayer Sanidad podrían ser solo un espejismo por el parón festivo de la Semana Santa y el confinamiento. Habrá que esperar a los datos del miércoles. España sigue siendo el segundo país del mundo en número de contagios, solo por detrás de Estados Unidos.

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