El Papa urge la paz entre israelíes y palestinos: «Es terrible e inaceptable que mueran niños»

Denuncia también la «represión» en Myanmar en una misa con los birmanos de Roma

El Papa Francisco este domingo durante la misa especial para la comunidad birmana de Roma Afp
Juan Vicente Boo

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El Papa Francisco ha manifestado este domingo su «grandísima preocupación» por «los violentos encuentros armados en la franja de Gaza e Israel , que amenazan degenerar en una espiral de muerte y destrucción».

En su encuentro con los fieles reunidos en la plaza de San Pedro para el rezo del Ángelus, Francisco ha lamentado que «han muerto muchos inocentes, entre ellos incluso niños. Esto es terrible e inaceptable . Su muerte es la señal de que no se quiere construir un futuro sino destruirlo».

El Papa advierte que el aumento «de odio y violencia que implica varias ciudades en Israel es una herida grave a la fraternidad y la convivencia pacífica entre ciudadanos».

Ante una situación discriminatoria de los palestinos, Francisco ha insistido con fuerza en que « Dios ha creado a todos los seres humanos iguales en sus derechos, sus deberes y su dignidad», y ha pedido a la comunidad internacional que aumente sus esfuerzos para poner fin al conflicto.

Poco antes, en una misa especial para la comunidad birmana de Roma , el Papa había denunciado «la violencia, el conflicto y la represión en vuestro amado país», donde el general Min Aung Hlaing dio un golpe de estado el pasado uno de febrero en un cuadro de «sed de ventajas y de poder», y desde entonces reprime brutalmente las manifestaciones con un saldo de más de setecientos muertos.

El Santo Padre invitó a los doscientos participantes -y a decenas de miles de birmanos católicos que seguían la misa en “streaming” en todo el mundo- a «mantener la mirada en alto, hacia el cielo, mientras sobre la tierra se combate y se derrama sangre inocente».

En la línea del Evangelio les rogó « no ceder a la lógica del odio y de la venganza, sino permanecer con la mirada puesta en ese Dios de amor que nos llama a ser hermanos entre nosotros».

Entre los participantes en la misa en la basílica de San Pedro llamaba la atención la presencia de religiosas birmanas como la hermana Ann Roza , que se ha enfrentado de rodillas a la policía y los militares en las calles de su país.

Era un consejo difícil cuando los soldados siguen asesinando civiles desarmados en las calles de Myanmar por orden de un dictador, pero Francisco recordó que la oración a Dios «es la única arma que tenemos para cuidar el amor y la esperanza en medio de tantas armas que siembran muerte».

Al mismo tiempo que evitan la espiral de venganzas, los cristianos deben poner los medios al propio alcance. Según el Papa, «donde hay guerra, violencia y odio, ser fieles al Evangelio y constructores de paz significa comprometerse, también a través de las decisiones sociales y políticas , arriesgando la vida. Solo así las cosas pueden cambiar».

Francisco conoce personalmente al militar golpista desde su viaje a Myanmar y Bangladesh en noviembre de 2017 para ayudar a los refugiados rohingya , una minoría musulmana y muy pobre en un país budista donde los militares han sembrado nacionalismo a ultranza para mantenerse en el poder y aplicaban una «limpieza étnica».

En Myanmar, el Papa se entrevistó en privado con el general Hlaing para pedirle que pusiese fin a los asesinatos y la expulsión masiva de los rohingya. A continuación, en Bangladesh se reunión con algunos refugiados y agradeció a las autoridades bengalíes la acogida que les prestan en medio de una gran catástrofe humanitaria condenada por Naciones Unidas.

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