El Papa canonizará este domingo a Charles de Foucauld, a una víctima del nazismo y a otros ocho santos

La lesión de rodilla podría forzarle a limitar su participación en la ceremonia

El Papa Francisco, en una imagen reciente REUTERS
Javier Martínez-Brocal

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Dada la lesión de rodilla del Pontífice , la Prefectura de la Casa Pontificia tiene listo un plan B en el caso de que el Papa Francisco no pueda presidir la importante ceremonia de canonización de este domingo en el Vaticano.

El cardenal decano, Giovanni Battista Re, de 88 años, ya sabe que si el dolor impide al Papa estar de pie durante la larga ceremonia, deberá celebrarla él . En tal caso, Francisco podría seguir la misa desde primera fila y limitarse a pronunciar la fórmula de canonización, pues le corresponde exclusivamente a él , y quizá también la homilía.

De todas formas, la ceremonia de este domingo reunirá de nuevo en la plaza de San Pedro a decenas de miles de peregrinos , devotos de alguno de los diez nuevos santos. Será la primera canonización después de la pandemia. La última fue en octubre de 2019.

El más importante es Charles de Foucauld (1858-1916), apóstol de los Tuareg en el Sáhara. La historia de este aristócrata alsaciano, oficial de caballería y ermitaño es apasionante. Cuando el ejército lo expulsó «por conducta inmoral», su propia familia le retiró la palabra . Entonces se apuntó a una peligrosa expedición geográfica a Marruecos que en 1882 le valió la medalla de oro de la Sociedad de Geografía francesa.

Monje trapista

El contacto con la pobreza y el infinito del desierto despertó en Charles de Foucauld la certeza de Dios. A los 27 años, redescubrió la fe y decidió hacerse monje trapista , la congregación que entonces preveía un estilo de vida más riguroso. Abandonó esta orden años después y se marchó como ermitaño para hacer presente el cariño cristiano en los lugares más abandonados que había conocido, la zona de los Tuareg entre Argelia y Marruecos.

A partir de 1905 se establece en Tamanrasset, en la cadena de montañas de Ahaggar. Allí enseña a estos «pueblos vestidos de azul» a tejer y a cultivar verduras que él mismo trae de Francia y que les salvan de una gran hambruna. También redacta un diccionario tuareg-francés. No es un texto sólo filológico sino el resultado de una visión enamorada de los matices que evocaba el patrimonio lingüístico de los hombres del desierto. Incluso recopiló sus poesías, cantos y tradiciones, preservando para siempre su cultura.

«No es un gesto de filantropía sino fraternidad», les explicaba, soñando con ser «hermano de todos». El 1 de diciembre de 1916, un grupo de maleantes asaltó el poblado . Se quedó vigilándole uno de ellos, de 15 años, que oyó ruidos, se puso nervioso y se le escapó un tiro que acabó con la vida de Charles de Foucauld. Terminó sus días sin tener ni siquiera un discípulo en aquel lugar olvidado del mundo, pero las obras que dejó inspiran a millones de personas y es uno de los autores más citados por el Papa Francisco. Actualmente, once congregaciones religiosas y ocho asociaciones de laicos siguen su espiritualidad.

Un mártir asesinado en Dachau

Las decenas de miles de flores que adornarán la plaza de San Pedro durante la ceremonia son un regalo de Holanda , que como gesto por la canonización del carmelita Titus Brandsma (1881-1942) ha enviado al ministro de exteriores, Wopke Hoekstra, de religión protestante.

El nuevo santo es considerado un gigante intelectual en su país, tradujo a Teresa de Jesús al holandés, fue redactor jefe del periódico 'De Stad Oss' y va camino de convertirse en patrón de los periodistas.

«Ve el periodismo como una vocación de servicio a la Verdad y una profunda lealtad a una honestidad desarmante, a la ética y a la libertad intelectual, que le costó la vida en un contexto dramático dominado por el totalitarismo», explican desde su causa de canonización.

Como rector de la Universidad Católica de Nimega, Titus Brandsma criticó el planteamiento pagano e inhumano de la ideología nacionalsocialista y se negó a expulsar a los niños judíos de los colegios de los carmelitas. En 1941, colaboró en la redacción de la contundente carta de los obispos holandeses contra el nazismo y se ocupó de visitar las redacciones de las publicaciones católicas para pedirles que no cedieran a las presiones nazis.

Cuando en enero de 1942 fue arrestado por las fuerzas de ocupación, dedicó su tiempo en la cárcel a escribir una vida de santa Teresa de Ávila. El 13 de junio fue transportado en tren de mercancías al campo de Dachau. Lo llevaron al Bloque 28, destinado a sacerdotes y religiosos. El 26 de julio le inyectaron ácido fénico para acabar con su vida.

Su último gesto fue regalar un rosario hecho con botones y trozos de madera en ese mismo campo a la enfermera que estaba quitándole la vida. «Yo no sé rezar», respondió ella con un poco de arrogancia. «Basta decir 'Reza por nosotros pecadores'», le respondió sereno Titus Brandsma. Su actitud y esa oración impresionaron a la enfermera, que tiempo después se convirtió y prestó declaración para el proceso de canonización.

Será canonizado un primer ministro del Reino de Travancore

Militar del sur de India

El Papa también canonizará a «Lázaro» Devasahayam (1712-1752), un militar del sur de India, que se convirtió del hinduismo y fue martirizado.

Pertenecía a la casta superior, al clan de los futuros soldados del monarca del Reino de Travancore. Por eso, aprendió varios idiomas y artes marciales . Llegó a ser ministro del reino y encargado de los tesoros y las finanzas reales.

Se hizo amigo de un prisionero holandés, el general Eustache de Lannay, a través del cual conoció la fe católica . Se bautizó tanto él como su familia, decisión que el rey consideró como una traición. No toleraban que hablase de igualdad entre los pueblos y de superar el sistema de castas.

Fue arrestado en 1749 y torturado para que renegara de su fe. A lo largo de varios meses lo golpearon en público, lo dejaron atado en lugares llenos de insectos , lo mostraron de modo humillante. Y paradójicamente, eso atrajo nuevos cristianos. El 14 de enero de 1752, el rey ordenó a los soldados que lo ejecutaran en secreto.

Los otros nuevos santos

Entre los nuevos santos están también los franceses María Rivier (1768-1838) quien durante la Revolución Francesa se atrevió a fundar las Hermanas de la Présentation de Marie de Bourg-Saint-Andéol; y César de Bus (1544-1607), que comenzó escribiendo obras de teatro y tras su conversión fundó la Congregación de los Padres de la Doctrina Cristiana para llevar el catecismo.

También, la madre Maria di Gesù (1852-1923), conocida en Italia por ir con una mochila para recoger ayudas para los pobres y fundar las monjas capuchinas dell'Immacolata di Lourdes; María Francisca de Jesús (1844-1904), quien fundó las Hermanas Terciarias Capuchinas de Loano. Nació en Italia, pero es considerada la primera santa uruguaya pues pasó en Montevideo los últimos años de su vida y está enterrada allí.

En la lista están el sacerdote Luigi Mari Palazzolo (1827-1886), también fundador del Instituto de las Hermanas de los Pobres; el sacerdote napolitano Giustino Maria Russolillo (1891-1955), fundador de la Sociedad de las Divinas Vocaciones y de la Congregación de las Hermanas de las Divinas Vocaciones; y la religiosa Maria Domenica Mantovani (1862-1934), cofundadora del Instituto de las Hermanitas de la Sagrada Familia.

Desde este domingo, todos ellos serán oficialmente santos de la Iglesia católica.

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